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París, Francia.- La crisis iraquí marcará la 59 Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que iniciará mañana en Ginebra, luego del ultimátum que Londres, Washington y Madrid formularon ayer a Bagdad para su desarme inmediato.
La cita, que se prolongará hasta el próximo 25 de abril, iniciará el mismo día en que expira el ultimátum fijado por esos tres países, miembros del Consejo de Seguridad, y que determinará un eventual ataque armado contra Iraq.
"Mañana es el momento de la verdad para el mundo", advirtió el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en conferencia de prensa conjunta con el primer ministro de Reino Unido, Anthony Blair, y el jefe del Gobierno español José María Aznar.
Al término de la reunión que ayer Bush, Aznar y Blair mantuvieron en las islas Azores, el mandatario estadunidense apuntó "mañana decidiremos si puede funcionar la diplomacia".
De acuerdo con analistas internacionales, en la cita Cuba podría ser condenada, un año más, por violaciones a los derechos humanos, pero también Estados Unidos podrían recibir una advertencia por los presos de Guantánamo.
La circunstancia de que el conflicto pueda desarrollarse paralelamente a la celebración de la sesión de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU pesará sobre la reunión, consideraron los analistas.
Coincidieron en que el ambiente de la Asamblea estará "caldeado" por esta cuestión (Iraq), sobre todo si Washington decide recurrir a la guerra, a la que se oponen la mayoría de los países que participarán en la sesión.
Diplomáticos de diversos países apuntaron la semana pasada en Ginebra su temor a que la Comisión de Derechos Humanos se convierta este año en un foro de enfrentamiento entre partidarios de un cambio de régimen en Bagdad y defensores del desarme iraquí vía pacífica.
La Comisión suele ser todos los años, especialmente el año pasado, un terreno de enfrentamiento verbal y diplomático en cada una de las sesiones que celebra desde su fundación, en 1946.
La situación de los derechos humanos en Iraq forma parte del orden del día provisional de la Comisión, integrada por 53 países, y de la que en esta ocasión vuelve a formar parte Estados Unidos, tras un año de ausencia.
El gobierno iraquí comparecerá ante la Comisión, luego de ser acusado por organizaciones no gubernamentales de perpetrar graves violaciones a los derechos humanos, como ejecuciones sumarias, arrestos arbitrarios, desapariciones forzadas, tortura y de maltrato.
Pero, igualmente se espera que varios países y organizaciones denuncien la desastrosa situación humanitaria que a priori causará un ataque de Estados Unidos y Reino Unido contra Iraq.
Tal eventualidad ha sido prevista por los organizadores de la sesión de este año y por el Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que ha preparado una semana extraordinaria de debates que comenzarán en Ginebra, Suiza.
En las semana participarán ministros de los 53 países miembros de la Comisión, así como el alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, el holandés Ruud Lubbers; y el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, el suizo Jakob Kellenberger.
La semana de debates comenzará el lunes con una intervención del alto comisario de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el brasileño Sergio Vieira de Mello, quien participa por primera vez en la comisión con este cargo, tras el abandono de Mary Robinson.
En la cita se analizará la situación de los derechos fundamentales en numerosos países y de los derechos de minorías, como migrantes, pueblos autóctonos, o de los niños, entre otras cuestiones.
En el caso del examen del estado del respeto de los derechos fundamentales por países figura un año más el análisis de la situación en los territorios palestinos y en Cuba, cuyo reporte será expuesto por la relatora francesa Christine Chanet.
Desde hace décadas, impulsada por Estados Unidos o países diplomáticamente afines, La Habana es condenada cada año reiteradamente.
Pero este año, Estados Unidos podría recibir también una seria advertencia por la situación de falta de derecho en la que mantienen según varios expertos internacionales a los 650 presos talibanes o presuntos miembros de Al-Qaeda en la base de Guantánamo, Cuba.
"No puedo aceptar la idea de un agujero negro jurídico en Guantánamo", declaró recientemente Vieira de Mello.
Cuando un país "controla un territorio, dispone de una fuerza militar en él y construye un centro de detención en el que hay unos 650 detenidos no se puede decir que la ley del país que lo controla no se aplica" criticó.
La Comisión de este año será presidida por la diplomática libia Najat Al Hajaji, país que se considera viola los derechos humanos y cuyo nombramiento en enero de este año fue duramente criticado.