Las fuertes avenidas que dejaron las precipitaciones pluviales, no fueron suficientes para ?lavar? o descontaminar el cauce del río Tunal, según se pudo constatar durante un recorrido que ser hizo ayer por el mencionado afluente.
No solamente perjuicios como inundaciones en poblados y cultivos ocasionan los grandes volúmenes de agua que corren por los afluentes cercanos a la ciudad capital; también hay beneficios, como el hecho de que al correr el líquido, limpian y descontaminan los cauces, aunque no sea de manera inmediata, ni tampoco a lo largo de toda la trayectoria, ya que hay tramos en ríos y arroyos en que más parecen licores negros, al llevar residuos industriales e incluso domésticos, además de todo tipo de animales muertos que son arrastrados por la fuerza de la naturaleza.
El Siglo de Durango realizó ayer un recorrido por algunos tramos de lo que es el Río Tunal: en lo que es el inicio del afluente después de la presa Guadalupe Victoria, a la altura de los poblados El Pueblito, El Conejo y El Nayar, que paradójicamente, son de los más afectados por inundaciones cuando se abren las compuertas del embalse y las lluvias que caen, pero también los que mayormente se benefician con la descontaminación del agua.
Y después de la confluencia con los ríos Bayacora y La Sauceda, donde se le conoce ya con el nombre de ?Durango?, allá por los poblados de El Arenal, Francisco Villa Viejo y Nuevo, Héroe de Nacozari, Guadiana y Primero de Mayo. Aquí el afluente conduce agua contaminada, según dijeron los habitantes de Nacozari, a causa de que las industrias, sobre todo Celulósicos Centauro, aprovechan cuando hay corriente, para depositar los desechos que generan sus procesos de producción. Además de que también los hay domésticos, como jabón, y todo tipo de animales muertos que han sido arrastrados, entre bovinos, perros, y hasta peces que no soportan lo aceitoso del líquido.
Además de que en el poblado de Nacozari, los habitantes llevan una semana sin el agua potable, debido a que el pozo quedó inundado, y que para llegar a donde está el sistema de bombeo, es necesario utilizar una canoa, ya que el arroyo que lo divide del pueblo, se llenó.
TESTIMONIOS
Los habitantes del poblado El Arenal, que son los mayormente afectados por las inundaciones y contaminación, permanecían incomunicados, al igual que los de Guadiana y Primero de Mayo. Mientras que en Francisco Villa Viejo uno y dos, las consecuencias del agua acumulada eran graves para viviendas y cultivos.
?Hay personas que al no tener agua potable, lavan en la orilla del río y el arrollo, pero además otros que utilizan el líquido para el aseo personal, y ya sufren las consecuencias con mucha comezón y ronchas raras en la piel?, expresó Josefa Velázquez, viuda del poblado Nacozari, quien señaló que Celulósicos Centauro aprovecha la corriente que se genera cuando llueve, para arrojar los residuos industriales de sus lagunas, y que se evidencia a simple vista, con el color oscuro, y en algunos casos aceitoso del agua.
Dijo desde hace años siempre sucede lo mismo, y a pesar de que se ha solicitado la intervención de las autoridades, sigue igual. ?Ya hasta nos acostumbramos a vivir de esta manera, como ahora en que no tenemos agua potable, o que no se puede usar el agua del río porque está contaminada, además de que trae víboras y culebras, y no se diga los perros muertos?.
El comisariado ejidal, Porfirio Cruz Navarrete, dijo que además de los cultivos de maíz y frijol que ya se perdieron por las inundaciones, en estos días en que corre el agua por el río y arroyo, también sufren la contaminación del agua, al llevar aguas negras y residuos industriales, no solamente de Celulósicos, sino también de la ciudad de Durango, de lo que es la zona industrial y habitacional de las orillas, al noreste.
Afirmó que ya es normal que ello suceda, y que incluso se nota con el hecho de que hay peces que flotan muertos en las aguas, lo que demuestra la contaminación que lleva el agua. No obstante, confió en que después de unas semanas el líquido se haya limpiado, y además de que pase el riesgo de que sigan las inundaciones.
LIMPIEZA AL INICIO
Los habitantes de los poblados El Conejo, El Pueblito y El Nayar, son de los más afectados por inundaciones cuando se abren los verteros de la Presa Guadalupe Victoria, e incluso desde antes cuando se da salida a las ?demasías? del embalse, al estar ubicados en las márgenes del Río Tunal, que es ha donde se encausan las aguas almacenadas.
Y es en esta zona donde los duranguense que habitan la ciudad capital, acuden tradicionalmente los fines de semana a realizar actividades de recreo y esparcimiento. Es por ello que el afluente, con aguas estancadas, está lleno de suciedad, al arrojarse los residuos de ?un día de campo?, que son alimentos, envases de vidrio y lata de refrescos y cervezas, además de botellas de vino, etc.
Es por ello que aunque la zozobra que les ocasiona el riesgo de las inundaciones se presenta con las lluvias, también manifiestan confianza en que los beneficios empezarán a llegar conforme disminuyan los volúmenes de agua en el río, ya que con las corrientes se realiza una labor natural de asepsia, de tal manera que ello les trae consigo otras cosas positivas, como el aumento en el número de visitantes.
Sin embargo, por ahora aún no se nota la descontaminación, ya que a pesar de que el agua corre por estar abiertas las compuertas, que ayer aún desfogaban 72 metros cúbicos por segundo (el primer día de la contingencia se llegó a los 518 m3), todavía va muy revuelta y no se evidencia. Pero se espera que en unas semanas ya corra cristalina.
Presa
Demandan construcción
Los habitantes de los poblados ubicados a las márgenes del río Tunal, sobre todo los que sufren siempre inundaciones (después de la confluencia con Bayacora y La Sauceda), recordaron que desde hace años han demandado la construcción de una presa (Tunal), como una forma de terminar con los siniestros que les echan a perder sus cultivos, y en muchos casos las viviendas.
La presa, de la cual ya existe un proyecto ejecutivo de la mencionada obra, pero se mantiene congelado por parte de la Comisión Nacional del Agua y se desconocen las causas por las cuales no se ha aprobado, a pesar de que hay argumentos a favor de que se lleve a cabo, ya que permitiría controlar la creciente de los tres ríos y evitar las inundaciones, pero además al lograr el almacenamiento, garantizaría el riego de miles de hectáreas de cultivos de maíz, frijol, y forrajes.
Desde el año de 1968, la Comisión Nacional del Agua tiene registros de inundaciones en la zona del Valle del Guadiana: en aquél año se siniestraron dos mil hectáreas de cultivos y se afectó a los habitantes de quince poblaciones; En 1985 el área se elevó a tres mil 200 hectáreas, aunque solo ocho comunidades. En 1990 fueron dos mil 134 hectáreas y ocho poblaciones.