POR CRISTAL BARRIENTOS
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- La marcha estaba programada para las doce del día, sin embargo comenzó dos horas más tarde, la razón: la gente era insuficiente y fue necesario esperar la salida de las alumnas de la escuela primaria Emilio Carranza, para integrarlas a la manifestación.
El Consejo Coordinador Obrero Popular (Cocopo), no lograba reunir para las doce del día a la gente necesaria para iniciar la manifestación. Más que por padres de familia fueron apoyados por amigos y familiares.
El pasado martes Joel Torres Díaz, dirigente del Partido Duranguense, anunció la participación de por lo menos 500 personas, pero a lo mucho se logró reunir algunas 50, más diez madres de familia y varias alumnas de la escuela primaria Emilio Carranza.
A la plaza principal, lugar donde un grupo de personas mantiene un plantón, llegaron integrantes de diferentes partidos políticos para apoyar la marcha por las principales calles de la ciudad. Finalmente el recorrido comenzó a las dos de la tarde.
Juan Ramos Aranda, contralor general de la Sección 35, aseguró que el objetivo de la marcha es obtener una respuesta favorable por parte de las autoridades educativas, pues consideró injusto que siete maestras de la escuela Emilio Carranza pretendan ser reubicadas y la directora continúe al frente del plantel.
El Contralor de la Sección 35 dijo que Tomás Moreno Sánchez o Tomás Villarreal Moreno, había decidido dar por terminada la huelga de hambre, sin embargo sus declaraciones fueron refutadas por el manifestante, quien dijo que prefería morir antes de dejar de luchar por la “causa”.
Ramos Aranda dijo que con la marcha se dan por concluidas las manifestaciones contra la directora Alicia Murga Calvo, pues requieren tomarse las vacaciones de Semana Santa y así regresar con más fuerza y descansados.
El objetivo de la marcha, dijo, es seguir dando a conocer a la ciudadanía el problema que enfrentan los padres de familia y profesoras de la Emilio Carranza. Y con ella se da por terminada la primera etapa de la movilización.
“El plantón en la plaza principal se va a suspender durante las vacaciones, en estos momentos nos acompañan integrantes de la Fracción Democrática de la Sección 35, venimos en la marcha de apoyo a nuestras compañeras maestras aunque seamos de diferentes secciones”.
Además, dijo, los maestros pedirán una pequeña cooperación económica para las madres de familia y profesoras afectadas de la escuela Emilio Carranza. Pero no especificó de cuánto sería la aportación y a quiénes sería solicitada.
Cabe destacar que los inconformes habían amenazado con bloquear los bulevares Miguel Alemán y Ejército Mexicano, sin embargo el Ayuntamiento les advirtió que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes podría intervenir y demandarlos por bloquear vías federales, por eso desistieron y sólo marcharon por algunas calles de la ciudad para culminar en la explanada de la presidencia municipal.
Una huelga de bajo impacto
Mientras los manifestantes se organizaban para iniciar la marcha, Tomás Moreno Sánchez o Tomás Villarreal Moreno -quien tiene 11 días en huelga de hambre en la plaza principal-, caminaba de un lugar a otro mientras platicaba y fumaba con sus conocidos.
Al preguntarle su nombre al huelguista, se negó a decirlo, sólo señaló: “Tomás”. No quiso decir sus apellidos, aunque algunas personas que se encontraban en la plaza principal mencionaron que se llama Tomás Moreno Sánchez, otros dijeron Tomás Villarreal Moreno.
Tomás tampoco quiso decir el nombre de la maestra a quien apoya con la huelga de hambre ni el parentesco que lo une a ella. Con monosílabos y una sonrisa burlona evadió los cuestionamientos de la prensa.
También se le preguntó si continuaría con la huelga de hambre, pues el Contralor de la Sección 35, aseguró que ayer mismo la daba por terminada, pero dijo: “Será decisión de la asamblea”, y ya no mencionó ni una palabra más.
A pesar de llevar 11 días en huelga de hambre, Tomás tuvo las fuerzas necesarias para pasear en la plaza principal mientras los manifestantes se organizaban para iniciar la marcha, además también tenía ánimos para fumarse un cigarro tras otro.
Alrededor de la cama de Tomás se contaron por lo menos 30 colillas de cigarros, situación inexplica-da porque de acuerdo a información de los mismos manifestantes, un doctor particular le diagnosticó al huelguista una úlcera gástrica.