TORREÓN, COAH.- Tal pareciera que fuera un paseo por Disneyladia, una réplica de un fantástico cuento infantil en donde lo que reina es sólo el gran espíritu navideño de la gente que las visita.
Sobre el Paseo del Campestre de la colonia El Campestre La Rosita, entre el Paseo de La Laguna y Paseo del Verano, se hallan dos espectaculares residencias, las cuales brillan a lo lejos por la iluminación que lanzan sus miles de foquitos, transmitiendo una sensación de paz, armonía, amor y felicidad, sentimientos propios de la Navidad.
Sus moradores: Las familias Martínez Revueltas y Gutiérrez del Bosque Izquierdo, respectivamente, quienes comparten con sus semejantes este bello escenario sin esperar nada a cambio, sólo las sinceras bendiciones de los complacidos espectadores que reconocen el esfuerzo realizado por estas personas para ofrecerles tan mágico espectáculo.
Numerosos laguneros, tanto de la ciudad, como de ejidos; niños y personas adultas acuden al Paseo del Campestre para deleitarse la vista y disfrutar de la variedad navideña, que si bien es casero, ha llamado la atención de muchísima gente.
Estas dos familias, -que por cierto son vecinos-, iniciaron esta tradición hace diez años, a través del tiempo han ido comprando sus muñecos, luces y accesorios que hoy en día son ya bastantes. En cada época decembrina tienen novedades; sus parientes y amigos saben que el mejor regalo para ellos es un muñeco o artículo navideño.
Además de la decoración, las casas representan la ilusión para muchos chiquitines quienes depositan su carta para Santa Clos en los buzones instalados en cada una de éstas, las que son leídas por sus propietarios. Si alguna tiene remitente, se regresa a los papás de los pequeños.
Debido a la nutrida afluencia de gente que acude a ese lugar, dos eloteros solicitaron a los dueños permiso para vender sus calientitos elotes enteros o bien desgranados, ¿qué tal?
Aquí lo importante no son los muñecos, ni lo singular de la decoración, es el simple hecho de que los laguneros se unen para rendirle un homenaje a la Navidad, a nuestro espíritu, al amor a la vida que es Dios. Como parte del festejo hacen un alto en el camino para recordar el nacimiento del Niño Jesús. Verdaderamente es un mes maravilloso.
Comparten su fantasía
Óscar Gutiérrez del Bosque y Norma Izquierdo de Gutiérrez del Bosque iniciaron hace diez años con la afición de adornar creativamente su hogar con motivos navideños.
Luego del 20 de noviembre sacan todas las cajas donde se guardan los muñecos y accesorios que después son acomodados por ellos con el apoyo de sus hijos: Brenda, Óscar, Ángel y Stefanie, así como por los empleados de la casa, quienes gustosamente participan en esta divertida tarea.
Como tradición familiar, acostumbran a regalar, a todo pariente y amigo que los visita, una maceta con una flor de Nochebuena.
?Lo más bonito de todo esto es ver unidas a las familias que llegan a disfrutar del espectáculo de luces y colorido, especialmente a la gente de los ranchos que viene con sus niños. Los rostros de los pequeñitos se sienten felices, nos dejan tan llenos de bendiciones y de buena vibra, que al siguiente año lo hacemos con más gusto y responsabilidad.
Otra de las satisfacciones que hemos tenido junto con los vecinos, los Martínez Revueltas, es contagiar de nuestro espíritu navideño a los colonos. Los invitamos a que decoren sus hogares para que sientan más de cerca el próximo nacimiento del niño Jesús??, expresó Norma de Gutiérrez.
Alegran corazones
Alrededor de las 18:30 horas, tiempo en que empieza a oscurecer, se encienden un poco más de 10,000 mil foquitos en el hogar de la familia Martínez Revueltas. Muñecos inflables de Santa Clos, Tigre Toño, muñecos de Walt Disney, de nieve, todos con luz interior, árboles de Navidad artificiales y naturales, pista de trenecitos eléctricos, Wonnie Pooh, figuras religiosas como es la del Niño Dios, ángeles, trineos, entre muchos otros accesorios más, dan vida a un espacio navideño.
Se aprecian caras felices de pequeñitos, de sus papás, abuelitos y tíos. Toda la familia se aproxima a la reja para apreciar más de cerca todos los muñecos y la decoración en conjunto.
Paty Martínez Revueltas y su papá, el señor Jerson Martínez Guzmán platicaron que esta tradición de festejar la llegada de la Navidad data de generaciones atrás. El propósito de hacerlo es transmitirle a la gente un poco de alegría, pues todo ser humano lleva un niño en su interior.
Don Jerson ya tiene cuatro años disfrazándose de Santa Clos. Al principio lo hizo jugando para alegrar más el momento familiar, ahora también lo realiza para alegrar el corazón de cada uno de los chiquitines que van a la casa de su hija.
A los niños les explica que Santa Clos sí existe, pero siempre les destaca que el personaje principal de la Navidad es el Niño Dios. ?Me entusiasma tratar a los pequeñines, cuando les entregan las cartas me parten el corazón y hacen que mis ojos se llenen de lágrimas. No se imaginan las cosas que piden, principalmente que Diosito cuide a sus papás?.
Y como ya se acerca el 24 de diciembre, la familia Revueltas Martínez ofrecerá hoy domingo un espectáculo en el cual los protagonistas serán ellos mismos. La cita es a las 19:30 horas.