Gómez Palacio, Dgo.- Facinerosos y policías sostuvieron tres balaceras en San Pedro del Gallo, el saldo: un anciano armado fue abatido por agentes ministeriales, un jefe de grupo quedó paralítico al recibir una bala en la columna, un maleante mal herido y capturado; otro sujeto está prófugo.
La proliferación de armas de fuego en un pueblo “sin Ley” y la combinación con el consumo de alcohol de sus portadores, fueron los ingredientes que detonaron la serie de enfrentamientos que ocuparon de un fuerte dispositivo policíaco.
Gilberto Estrada Quiñones, comandante regional de la Policía Ministerial en la Comarca Lagunera de Durango, informó sobre los hechos, indicando que el muerto respondía al nombre de Anastasio Pantoja Moreno de 74 años.
El agente ministerial gravemente herido en el segundo tiroteo, es Héctor Hernández Ostoa de 39 años, jefe de Grupo comisionado al destacamento de Nazas, Durango. El único sujeto capturado resultó ser Alberto Chávez Guevara de 38 años, uno de los sujetos ebrios que escandalizaba en el poblado cuando surgió el primer enfrentamiento. El prófugo es José María Valdez Rodríguez de 38 años.
Detallando los hechos donde perdiera la vida el adulto mayor, Estrada Quiñones indicó que la Policía Ministerial auxiliaba al Ministerio Público para cumplir cuatro órdenes de cateo en igual número de viviendas, donde se presumía se encontraban los agresores del agente lesionado.
Con insultos y sin atender las indicaciones de los ministeriales, Anastasio Pantoja abrió la puerta de su casa y realizó cuatro disparos calibre 38 contra los policías. Conociendo el antecedente de la lesión provocada a su compañero, los agentes repelieron la agresión y acertaron dos tiros en el anciano.
Para comprender los hechos que ameritaron las órdenes de cateo en el poblado, el comandante de la Policía Ministerial narró cronológicamente los enfrentamientos entre los maleantes y los policías.
Primer balacera
A las 19:00 horas, agentes de la Policía Preventiva de San Pedro del Gallo, realizaban un recorrido de inspección y vigilancia cuando detectaron que un grupo de sujetos ingería alcohol en la vía pública y escandalizaba con armas de fuego.
Con la intención de conminar al orden, los preventivos se acercaron al punto de reunión pero a corta distancia fueron recibidos con disparos de las armas de fuego de grueso calibre por parte de los ebrios sujetos, obligando a la retirada.
Por radio los uniformados solicitaron apoyo a la Policía Ministerial, arribando al poblado el jefe de grupo del destacamento de Nazas, Héctor Hernández y tres de sus elementos a bordo de una patrulla.
Fue a la salida del poblado, cerca de un arroyo, donde a pie, Alberto Chávez y José María Valdez se retiraban del lugar y recibieron la indicación de interrumpir su marcha para ser abordados por los representantes de la Ley.
Segundo enfrentamiento
Una ráfaga de AK-47 fue la respuesta de los maleantes. Los policías contestaron la agresión. En el tiroteo fue alcanzado el jefe de Grupo: un disparo en la parte baja de la columna vertebral lo dejó fuera de combate.
En arroyo cayó un malhechor, Alberto Chávez recibió un tiro en el testículo izquierdo y fue destrozado, también presentó una herida tipo sedal en la mano derecha. Los demás tipos huyeron y se alojaron en viviendas del mismo poblado.
El policía malherido fue trasladado de inmediato a la clínica del ISSSTE de Gómez Palacio, el ingreso se reportó en la Guardia de la Policía Ministerial a las 21:30 horas. El comandante de la Policía Ministerial preparaba la ofensiva.
Tras los agresores
Con el reporte de los enfrentamientos y el saldo de un agente gravemente lesionado, el Ministerio Público Efrén Escamilla Torres y más de 30 agentes ministeriales acudieron a San Pedro del Gallo a cumplir cuatro órdenes de cateo con el fin de localizar a los agresores.
El operativo fue simultáneo en las cuatro viviendas, pero fue en la casa de Anastasio Pantoja donde su morador opuso resistencia y trató de sorprender a los ministeriales. La respuesta fue inmediata, el anciano cayó en el marco de la puerta de su casa.
Para cometer la agresión, el anciano de 74 años tenía en la mano derecha una pistola tipo revólver calibre 38 especial, marca Rossi, con cuatro cascos percutidos y un tiro hábil. Atrás, en la cintura, también llevaba una pistola calibre 22 abastecida y sobre una cama, tenía 30 cartuchos nuevos.
Las armas y los tiros fueron decomisados y consignados al Ministerio Público. La movilización policíaca ya no tuvo más resultados. Los agresores están identificados y con la correspondiente denuncia penal se trabajará en su ubicación y captura.