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México, D.F.- A 48 horas de celebrarse un aniversario más del Día Mundial de la Población, la ONU advirtió que la distancia que separa a los ricos de los pobres sigue en aumento y los países con menos recursos económicos continúan a la saga con graves problemas en materia de educación, salud y economía.
La pobreza, la mala salud y la fecundidad tienen las tasas más altas en los países menos adelantados, cuya población se ha triplicado en relación con la de 1955 y, según se prevé, se triplicará en los próximos 50 años.
El informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), sobre el "estado de la población mundial 2002", advierte que la discrepancia global entre ricos y pobres, en todo el mundo y dentro de un mismo país, ha ido en aumento.
"La diferencia en el ingreso per cápita entre el 20 por ciento más rico y el 20 por ciento más pobre de la población mundial creció desde 30 a 1 en 1960 hasta 78 a 1 en 1994, pero decreció levemente hasta 74 a 1 en 1999", indica.
El informe advierte que la mala salud, el analfabetismo, la insuficiente escolarización, la exclusión social, y la discriminación por motivo de género contribuyen a la pobreza.
Asimismo, la mala salud reduce la capacidad personal, rebaja la productividad y aminora los ingresos. El alto número de enfermedades perjudica el rendimiento económico de los países, mientras que una mayor esperanza de vida lo estimula.
El progreso ha sido más fácil y rápido en los países que han ofrecido servicios de salud reproductiva, incluidos los de planificación familiar, mayor cobertura y calidad en la educación y mayor igualdad de género.
Al respecto, el texto puntualiza que las encuestas muestran que en casi todos los países, las mujeres trabajan más horas que los hombres y que al menos la mitad del tiempo total del trabajo femenino se dedica a tareas no remuneradas.
A pesar de la creciente incorporación de las mujeres a la vida productiva, el mayor número de ellas viven en la pobreza, particularmente en los países en desarrollo y una de cada tres es víctima de la violencia.
Respecto a la mala salud y pobreza, el último informe de la UNFPA destaca que las mujeres pobres enfrentan un riesgo de muerte durante el embarazo y parto hasta 600 veces superior al que corren las de países desarrollados.