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México, DF.- A pesar de la proximidad de México con Estados Unidos, los exportadores locales dicen que no cosecharán los beneficios de una disputa entre su vecino del norte y China sobre cuotas de importación para sostenes, prendas de tejido de punto y batas.
Estados Unidos fijó el mes pasado cuotas para la importación de estos productos chinos, pero México, sede de unas 13 mil fábricas de ropa, ha perdido ventajas comerciales que tenía en el pasado y luchará para llenar el vacío dejado por los textiles chinas.
"Los americanos van a venir a buscarnos porque somos los socios más cercanos, pero al final del día será cuestión de precio y nuestros precios, hoy en día, son más caros, más altos", dijo Saleh Penhos Erfeli, director comercial de la fábrica de ropa interior "Más Lencería".
Penhos, que solía exportar 24 mil batas por semana a Estados Unidos y desde 2000 no ha logrado enviar nada a ese país, dijo que un peso sobrevaluado y los elevados costos laborales han devorado las ventajas exportadoras de los textiles de México.
"El problema con México es que ya no es un país del tercer mundo, pero todavía no es del primer mundo y ya no somos competitivos en precios", dijo Penhos.
La industria textil de México cerró rápidamente negocios con Estados Unidos y Canadá inmediatamente después de que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre los tres países entró en vigencia en 1994.
Una fuerte devaluación del peso mexicano en 1994-1995 también dio a los exportadores de ropa una gran ventaja comparativa.
Nivelan campo de juego
Sin embargo, para 2000 las ventajas del tratado habían desaparecido. Otros países -desde África a los Andes- cerraron pactos comerciales similares con la mayor economía mundial, nivelando el campo de juego.
Y el golpe de gracia llegó con la entrada de China a la Organización Mundial de Comercio en 2001.
Los exportadores mexicanos dijeron que otros países productores de textiles con menores costos laborales que México y acuerdos comerciales similares con Estados Unidos también buscarían nuevas órdenes de exportación para sostenes y batas en la brecha que quedó abierta con el límite a las cuotas de China, que aún no entra en vigencia.
"Ese mercado que se va a abrir en norteamérica, el pedazo de pastel que va a quedar ahí lo van a buscar los mexicanos, pero también los guatemaltecos, los hondureños, los países coreanos, lo van a buscar Taiwán y Vietnam", dijo Raúl García, director general de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido.
"Es una oportunidad para la industria del vestido de México, pero no en automático", agregó.
Noel Slater, gerente de exportaciones de ropa interior de Van Dior -que emplea a mil personas-, dijo que ya no produce sostenes para exportación por restricciones de precio. Slater concentra sus ventas externas en productos de menor costo laboral como pantaletas y calzoncillos.
"Debido a sus bajos costos, a los chinos no les importa meter más mano de obra y terminan con unos brasieres (sostenes) maravillosos", dijo Slater.
Los trabajadores textiles mexicanos ganan entre 50 y 75 dólares por semana, un tercio más que sus colegas en China e incluso más que los empleados del sector en otras naciones textiles como Honduras y Vietnam.
Los costos laborales de México crecieron 50 por ciento entre 1999 y 2002 por la solidez del peso frente al dólar y porque la inflación superó la subida de los precios en Estados Unidos.
García, de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido, dijo que la ayuda del gobierno y el yuan subvaluado de la economía china equivalen a subsidios para la industria.
"Nunca como país vamos a poder competir con este tipo de economía", dijo García.
China cierra la brecha
México, que exportó un récord de nueve mil millones de dólares en ropa en 2000, sigue siendo líder en ventas textiles a Estados Unidos. Sin embargo, China está cerrando la brecha entre ambos países.
Las exportaciones textiles mexicanas al vecino del norte cayeron cinco por ciento por año desde 2000.
Este año, las exportaciones de productos textiles de algodón de México a Estados Unidos cayeron ocho por ciento, mientras que las ventas de China crecieron un 54 por ciento.
Las exportaciones de prendas de fibras sintéticas de México a Estados Unidos bajaron siete por ciento, mientras que las ventas de China treparon 35 por ciento.
Las exportaciones de sostenes de México al vecino del norte cayeron 25 por ciento y las de batas de baño un 65 por ciento este año, según datos de la secretaría de Comercio de Estados Unidos, mientras que las exportaciones chinas crecieron.