12 de diciembre de 2003
BRUSELAS, (Reuters).- La histórica cumbre de la Unión Europea en la que se debía aprobar la primera Constitución del bloque cayó en el pesimismo en cuanto fue instalada el viernes, mientras los líderes mantenían sus posiciones en una amarga batalla sobre los derechos de voto de los países.
Un encuentro de último minuto entre el primer ministro británico, Tony Blair; el presidente francés, Jacques Chirac, y el canciller alemán, Gerhard Schroeder, para buscar una solución al enfrentamiento no consiguió ningún avance real, según diplomáticos. "Las posiciones están muy, muy alejadas", dijo Blair a los periodistas. "Es importante intentarlo y llegar a un acuerdo. Podría no ser posible", añadió.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que como presidente de la UE durante el segundo semestre del 2003 ha trata do de guiar a los enfrentados 25 países miembros presentes y futuros a un acuerdo sobre el histórico tratado, reconoció que el bloqueo sobre el reparto del poder en una Unión ampliada podría hundir todo el proyecto.
"El sistema de votación es el obstáculo que puede bloquear todo el acuerdo, y es una pena", dijo Berlusconi a periodistas. La batalla que enfrenta a Francia y Alemania por un lado y a España y Polonia por otro podría alargar la cumbre de dos días hasta el sábado por la noche, pero Berlusconi dijo que los líderes se habían fijado a sí mismos una fecha límite del domingo por la mañana para lograr un acuerdo.
ESTRATEGIA DE SEGURIDAD
El objetivo de la Constitución es agilizar las instituciones de la UE, simplificar la toma de decisiones y dar al bloque más influencia en la escena internacional al crear el cargo de un ministro de Asuntos Exteriores y reforzar el puesto de presidente.
Diplomáticos dicen que un fracaso podría paralizar a la UE en un momento en el que se prepara para ampliarse a 25 miembros en mayo con la inclusión de Polonia y otros siete países ex comunistas del Este, más Chipre y Malta.
Algunos líderes temen que si no se llega a un acuerdo este fin de semana pueda emerger una Europa de dos velocidades, con Francia y Alemania yendo cada vez más solas. Los más pesimistas dicen que podría incluso ser el principio del fin de la Unión.
Los reunidos dejaron de lado esta mañana por un momento sus desacuerdos sobre la Constitución para adoptar una estrategia de seguridad que está destinada a hacer de la UE un actor más eficaz en los asuntos internacionales y evitar divisiones como las sufridas por la guerra de Estados Unidos contra Irak.
También aprobaron un acuerdo alcanzado por sus principales potencias militares, Francia, Alemania y Gran Bretaña, sobre una célula de planificación militar para operaciones de gestión de crisis, que ha sido suavizado durante semanas de negociación ante los temores de Estados Unidos sobre su impacto en la OTAN.
Los líderes apoyaron un plan multimillonario para fomentar la inversión pública y privada en proyectos de transportes e investigación, en un intento por revitalizar la economía del bloque.
La cuestión central del debate sobre la Constitución es cuánto poder tendrán los cuatro países más grandes --Alemaniaretaña e Italia-- y cuánta integración pueden asumir los líderes de la UE.
España y Polonia, quinto y sexto países más grandes, están decididas a defender los derechos de voto que les dan un peso casi igual al de los cuatro grandes dentro de los consejos de la UE. Alemania y Francia lideran la batalla para revisar el sistema de votación para compatibilizarlo con los tamaños de población.
Gran Bretaña, mientras tanto, está luchando por impedir que Bruselas tenga la última palabra en cuestiones que van desde la política exterior a la fiscal.
Tratando de romper el bloqueo, los diplomáticos han sugerido una reforma que podría no entrar totalmente en vigor hasta 2014.