18 septiembre 2003
Moscú, Rusia (EFE) .- Un bombardero estratégico ruso Tu-160 se estrelló hoy en la región de Sarátov, en la cuenca media del Volga, y sus cuatro tripulantes murieron, informó la Fuerza Aérea de Rusia (FAR).
Un portavoz de la FAR dijo a la agencia Interfax que la caída del avión se produjo a las 11:04 horas hora local (07.04 GMT) cerca de una aldea de Sarátov, a donde se ha desplazado una comisión para investigar si hubo víctimas y otros daños en tierra.
El accidente de la nave, un bombardero capaz de portar armas nucleares, ocurrió durante un vuelo de prueba con el fin de comprobar el funcionamiento de una de las turbinas del avión, recién reinstalada, precisó la fuente.
Un comunicado oficial del mando de la Fuerza Aérea subrayó que "a bordo del avión no había armas estratégicas (en referencia a proyectiles con cargas nucleares) ni convencionales", tal y como establecen las normas que regulan los vuelos de ensayo en este país. "A las 10.30 (06.30 GMT) la tripulación informó de un incendio en una de las turbinas del avión. Acto seguido se cortó la comunicación y media hora más tarde la nave cayó en picado cerca de la aldea de Stepnóye, a unos 50 kilómetros de Sarátov", informó el portavoz.
A bordo del avión siniestrado se encontraban el jefe de la tripulación, teniente coronel Yuri Daineko; el copiloto, comandante Oleg Fedunenko, y dos oficiales de vuelo, los comandantes Grigori Kolchin y Serguéi Sujorúkov.
Una comisión del ministerio de Defensa de Rusia y otra encabezada por el jefe del Departamento de Emergencias de la región de Sarátov, general Alexánder Rabadánov, se trasladaron con urgencia al lugar del siniestro.
Los bombarderos estratégicos supersónicos Tu-160 (Blackjack, según la clasificación de la OTAN) entraron en servicio en la Fuerza Aérea soviética en 1988 como respuesta a los superbombaderos estadounidenses B-1A.
El Tu-160, el bombardero cuatrimotor más grande del mundo, es tripulado por cuatro pilotos y puede cubrir distancias de hasta 14.600 kilómetros a 18.000 metros de altura, con una velocidad de 2.230 kilómetros por hora.
Este tipo de avión puede llevar a bordo doce misiles crucero X-55 y 24 cohetes teledirigidos X-15, además de bombas con cabezas atómicas.
El pasado mes de agosto el comandante en jefe de la Fuerza Aérea rusa, general Vladímir Mijáilov, anunció planes de modernización de la aviación de largo alcance que incluían la remodelación de al menos 15 de estos aviones, que, según los expertos, pueden aún utilizarse hasta el año 2030.
El 22 de agosto el ministro de Defensa ruso, Serguéi Ivanov, se trasladó desde una base aérea de la región de Sarátov hacia el Extremo Oriente ruso a bordo de un Tu-160, en un vuelo que duró diez horas.