Viña del Mar, Chile.- La tercera noche del festival de Viña del Mar comenzó con la presentación del grupo australiano INXS, que terminó su actuación sin volver al escenario, pese a los gritos del “monstruo” de que volviera y tocara los más recordados éxitos del grupo, que alcanzó su esplendor en la década de 1980.
La banda australiana demostró que pese a la muerte de Michael Hutchence, su anterior vocalista, y a su cambio por Jon Stevens, INXS está de regreso.
Tal como se había previsto, la versión 44 del Festival de Viña del Mar ha sido escenario para que los artistas se pronuncien sobre temas candentes como la eventual guerra contra Iraq, pero el llamado más inesperado fue en favor de legalizar la mariguana, hecho por el grupo chileno de reggae Gondwana que hiciera también llamados a la paz y la tolerancia como es habitual en la banda, que cultiva el “look” Bob Marley y la religiosidad rastafari jamaicana.
El grupo que lidera desde 1997 el vocalista Quique Neira fue el más y radical en sus declaraciones, que alcanzaron un neto tono político y que ratificaron al abrir el show con el tema 11 de Septiembre, basado en el golpe militar de 1973 que derrocó a Salvador Allende.
Rosario Flores y David Bisbal son artistas españoles muy reconocidos en su país y ambos se presentaron en la tercera noche del Festival de Viña del Mar, pero no fue precisamente un sentimiento de camaradería el que los unió.
La heredera menor del clan Flores, muy por el contrario, lanzó duras críticas contra el joven intérprete, debido, según ella, a su falta de experiencia y cultura musical.
Flores, una de las protagonistas del exitoso filme de Pedro Almodóvar nominado a los Oscar, “Hable con ella”, afirmó que aunque los programas de búsqueda de talentos, como Operación triunfo de España son positivos porque dan oportunidades a los jóvenes, “no todos estamos metidos en un mismo saco”.
Bisbal se defendió de los comentarios señalando que todos tienen el derecho de opinar.
Lo cierto es que en la práctica, los más de 15 mil asistentes a la tercera jornada del certamen chileno de música dieron la razón a Flores y otorgaron a Bisbal una tibia bienvenida, mientras que a ella el público le regaló una Antorcha de Plata por su presentación.
Con un espectáculo notable, la banda australiana INXS fue la estrella indiscutible de la tercera noche del Festival de la Canción de Viña del Mar y demostró que seis años después de la muerte de su líder, su vigencia se mantiene.
Tan sólo cinco minutos le bastaron al grupo de rock para domesticar al “monstruo”, gracias al talento y carisma de su nuevo vocalista, Jon Stevens, quien reemplaza al mítico Michael Hutchence, que se ahorcó en 1997.
“Este ha sido un momento único, después de esta noche puedo decir de verdad que soy el vocalista de INXS”, dijo Stevens, minutos después de una exitosa presentación en la que la banda hizo un recorrido por sus clásicos, como New Sensation, Devil Inside, Mistify y Suicide Blondie.
Pero fue con la canción Never Tear Us Apart que INXS logró emocionar a las 20,000 personas que asisten al certamen musical.
Al terminar, el público eufórico exigió la antorcha de plata, el trofeo que se entrega a los artistas que participan en el festival chileno por petición popular, para el grupo, que tuvo que regresar en dos ocasiones al escenario desde camarines.
Rosario cumplió un sueño
La cantante española Rosario Flores dijo que cumplió un “sueño” al conquistar al “monstruo” del Festival de la Canción de Viña del Mar y ganar una antorcha de plata, el trofeo que entrega el público del certamen.
“Estoy en otra, la verdad es que nunca esperé tanto cariño de parte de los chilenos”, señaló, quien con una enérgica presentación deslumbró al temperamental público que asiste al Festival, que se celebra cada año en la ciudad chilena de Viña del Mar, en la costa del Pacífico.
La hija menor de las famosas figuras españolas desaparecidas, Lola Flores, “La Faraona”, y Antonio González, “El Pescailla”, subió al escenario del Festival Internacional de Viña del Mar pasada la medianoche, luego de la discreta presentación de su compatriota David Bisbal.
Bisbal, la nueva promesa de la música española, había seguido a la notable presentación del grupo australiano INXS y aunque logró hacer bailar con su Ave María a un público que pedía a gritos el regreso de los australianos, no logró emocionar al “monstruo”, que poco le importó que el joven hiciera play back.
Pero bastó que la española se plantara en el escenario y cantara la rumba Al Son del Tambor, para que subiera la temperatura del Festival y las 20,000 personas que asistieron al certamen cayeran rendidas a su embrujo gitano.
Limitada por el escaso tiempo que le dio la organización del Festival a su presentación por ser jurado de la competencia internacional del certamen y no número estelar del espectáculo, la artista interpretó seis canciones de su último disco, Muchas Flores, ganador el año pasado de un Grammy Latino.
Rosario Flores, de 40 años, comentó que su presentación en el Festival, que concluyó cuando después de lanzar un centenar de flores al público recibió la antorcha de plata. Fue un “momento mágico”, de esos que se dan “una vez en la vida”, dijo.