De acuerdo con información del INEGI en el 2001 había en el país 40.1 millones de personas (de 12 años y más) disponibles para la producción de bienes y servicios, esto es, la población económicamente activa. Para el 2002, ésta se incrementó en poco más de 1 millón de personas, hasta alcanzar 41.1 millones, ello en el marco del anuncio de la aplicación de dos nuevos levantamientos de la Encuesta Nacional de Empleo.
La mayor parte de la PEA (40.3 millones) se encontraba ocupada al momento del levantamiento de la Encuesta, mostrando un crecimiento promedio anual de 411 mil personas ocupadas durante los últimos cuatro años. Sin embargo, este crecimiento no ha sido uniforme a lo largo del periodo; así se tiene que entre el segundo trimestre del 2000 y el correspondiente del 2001, se registró un descenso en la población ocupada de 118 mil personas, y durante el último año hubo una recuperación de 916 mil ocupados.
El perfil educativo de la población ocupada en el 2002 muestra que 8.3% de la misma carecía de instrucción formal; 16.2% cursó algún grado de primaria, sin concluirla; 20.3% la terminó y no continuó estudiando; 29.1% cursó algún grado de secundaria; y 26.1% estudió algún grado de educación media o superior.
Si se compara este perfil con el registrado en la Encuesta de 1998, se observa que el conjunto de personas que no tenía instrucción o no terminaron la primaria descendió de 27.2 a 24.5% y en el otro extremo, el que corresponde a la población ocupada con estudios de nivel medio o superior, se incrementó de 22.6 a 26.1% en el periodo de referencia.
En concordancia con el proceso de terciarización que muestran todos los países del orbe, la mayor parte de la población ocupada mexicana (55.8% en el 2001 y 56.9% en el 2002) laboraba en actividades vinculadas con el sector terciario de la economía, (comercio, restaurantes, hoteles, comunicaciones y transportes y, en general, en la prestación de servicios), seguida de la que trabajaba en el sector secundario (agrupa a las industrias extractivas, la electricidad, la transformación y la construcción), que en conjunto dieron empleo a 25.9% de la población ocupada en el 2001 y a 24.8% en el 2002.
La población ocupada en el sector primario (actividades agropecuarias y pesqueras) alcanzó 7.2 millones de personas en el 2002, cifra que representa 17.9% de la población ocupada.
Si se analiza la evolución de los tres sectores económicos durante los últimos cuatro años, se observa que el primario ha venido perdiendo presencia de manera sistemática, al ver disminuida su participación en el total de la población ocupada, de 19.5% en 1998 a 17.9% en el 2002. El sector secundario creció de 24.7% en 1998 a 26.8% en el 2000, para disminuir en los últimos dos años hasta alcanzar 24.8% en el 2002. Finalmente, el terciario mantuvo, durante los tres primeros años, una proporción de población ocupada de alrededor de 55%, que se incrementó en los dos últimos hasta alcanzar 56.9% en el 2002.
La población ocupada puede desempeñar diversas funciones o posiciones dentro de la actividad económica en la que se desenvuelve: patrón con personal asalariado bajo su mando; trabajador por su cuenta sin personal asalariado que dependa del mismo; asalariado que depende de un patrón; trabajador por cuenta propia; y trabajador que no recibe retribución por las actividades que realiza, rubro en el que la inmensa mayoría corresponde a familiares que prestan ayuda en negocios de personas allegadas.
Desde luego, la mayor parte del personal ocupado corresponde a los asalariados, que representaron 62.3% del total en el 2002; los trabajadores por cuenta propia con 24.3%; los trabajadores sin pago con 9.1% y, finalmente, los patrones, que constituyen 4.3%.
Durante el periodo comprendido en las series que se muestran en estas encuestas, el personal asalariado incrementó su participación en el total ocupado de 60.5% en 1998 a 63.1% en el 2000; a partir de entonces, disminuyó ligeramente hasta representar 62.3% en el 2002.