Reuters
CIUDAD DE GAZA.- Un adolescente palestino suicida se inmoló ayer en Cisjordania cerca de fuerzas israelíes, pero sin causar ninguna otra víctima, horas después de que el grupo radical Hamas descartara un cese de todos los ataques contra israelíes en una eventual tregua.
El ministro israelí de Defensa, Shaul Mofaz, dijo que las fuerzas de seguridad,, basándose en información sobre un atentado suicida con bomba dentro de Israel, incursionó en el pueblo de Azoun, cerca de la ciudad de Qalqilya.
"El atacante suicida se voló a sí mismo cerca de un vehículo blindado y tenemos un soldado herido ligeramente", declaró Mofaz a radioemisoras.
Familiares identificaron al palestino como Sabi Abu Saoud, de 17 años y procedente de la ciudad cisjordana de Naplusa, y dijeron que era miembro de las Brigadas de Mártires al Aqsa, vinculadas al movimiento Fatah del presidente Yasser Arafat.
Poco antes del suceso, el portavoz principal de Hamas, Abdel Aziz al Rantissi, dio a conocer sus condiciones de cara a un posible diálogo con el primer ministro palestino Ahmed Korei sobre la violencia que está amenazando el plan de paz, conocido como "hoja de ruta", patrocinado por Estados Unidos.
Rantissi dijo que el grupo radical islámico podría negociar el fin de los ataques suicidas dentro de Israel, aunque seguiría atacando a soldados y colonos judíos en los territorios ocupados de Cisjordania y la Franja de Gaza.
"El tema que posiblemente podría tratarse (con la Autoridad Palestina) es continuar la resistencia contra la ocupación pero evitando víctimas civiles", dijo Rantissi en un refugio en la Franja de Gaza.
"Pero si el enemigo (Israel) no lo acepta, entonces la resistencia continuará de un modo exhaustivo", añadió.
Medidas de fuerza
La propuesta de Hamas no era vista por Israel como el comienzo de un diálogo. "La único camino a seguir sigue inalterable. Esto es, adoptar lo establecido en el ‘Mapa de Ruta’ y es que la Autoridad Palestina desmantele la vasta infraestructura terrorista y encarcele a los terroristas", dijo Dore Gold, asesor del primer ministro israelí Ariel Sharon.
Las autoridades palestinas rechazaron ese tipo de represión interna, calificándola como receta para una guerra civil, y acusaron a Israel de no cumplir sus obligaciones fijadas en el plan de paz, que también determina que se paralice la expansión de los asentamientos judíos y que las tropas se retiren de Cisjordania.
El primer ministro Korei, quien debería designar un gabinete definitivo hoy, ha invitado a los grupos militantes a discutir una tregua para que Israel afloje el cerco a los territorios ocupados.
Korei no quiere correr la misma suerte que su predecesor, Mahmoud Abbas, quien renunció en septiembre tras la ruptura de una tregua.