Lima, (EFE).- Un hombre de 47 años que fue operado en forma rudimentaria con un taladro y alicates para retirarle coágulos del cerebro en la ciudad peruana de Andahuaylas fue ingresado en un hospital de Lima para supervisar su recuperación.
Jacinto Quispe ingresó en el hospital Sánchez Carrión 15 días después de haber sido operado por el cirujano peruano César Venero con las herramientas de ferretería que se vio obligado a utilizar por la emergencia.
Quispe llegó al hospital de Andahuaylas, situada a 832 kilómetros al este de Lima, con un violento golpe en la cabeza. Aparentemente, el paciente había sido golpeado con un barra de metal en una gresca callejera.
El cirujano relató a la prensa que Quispe tenía una herida de 20 centímetros en la región interparietal, que le provocó una traumatismo cráneo encefálico grave. De inmediato, el personal médico inició los trámites en el Seguro Social para trasladar al paciente a Lima para someterlo a una operación de emergencia.
Sin embargo, cuatro días después de iniciados los trámites burocráticos, la autorización no llegaba a Andahuaylas y el paciente ingresaba a una etapa crítica. "En una o dos horas iba a dejarnos, así que tuve que entrar a la sala de operaciones utilizando el famoso taladro, un aparato comprado en una ferretería que me costó 200 soles (57 dólares)", relató Venero a la emisora Radio Programas del Perú.
El médico agregó que se le hizo "una craneotomía al estilo incaico, como se dice. Se evacuó el hematoma organizado y actualmente el paciente está en recuperación".
La proeza médica era destacada en varios medios de comunicación peruanos, debido a las pobres condiciones de infraestructura en que trabajan los profesionales de la salud en la mayoría de hospitales del interior del país.
En el hospital de la capital peruana, Quispe será sometido a estudios más amplios y cuidados especiales para asegurar su plena recuperación. Aunque recién está saliendo del peligro de la intervención, Venero dijo que necesitan más tiempo y cuidados para su completa mejoría.