GÓMEZ PALACIO, DGO.- Un caso más de hepatitis tipo A presuntamente se registró en la escuela primaria Arturo Gámiz García, de la colonia Leticia Herrera, por lo que ya serían 11 los niños infectados por esta enfermedad.
La directora de la institución, Sanjuana Rosales Balderas, informó que el niño Joel Ceniceros Tinajero, del segundo año, ayer no acudió a clases debido a que presentaba un cuadro hepático, “presumiblemente, la mamá ya lo llevó a consulta médica donde le informaron que quizá no se trataba de hepatitis”.
Sin embargo, comenta Rosales Balderas, que el niño no fue a clases porque le recomendaron reposo y evitar exposiciones al sol.
Para la directora como para Juan Andrés Romero, profesor de primer y tercer grado, “día con día se están presentando más casos, pero aquí lo grave es que las autoridades de salud aún no han arrojado el fallo definitivo para saber cuál ha sido la causa real de este padecimiento”.
Aunque no descartan que uno de los motivos sean las condiciones antihigiénicas en las que viven los niños de este sector, “también pudiera ser el agua, ya que en su última visita, el verificador sanitario, Fernando Ramos Acosta, se llevó unas muestras para analizarlas y determinar su estado fisicoquímico”.
Comentaron que personal del Departamento de Salud Municipal acude con frecuencia para indagar sobre la salud de los infantes con la finalidad de prevenir nuevos brotes, “pero como el período de incubación oscila de entre los 20 a 50 días, probablemente se estarán presentando más cuadros hepáticos”.
Las madres de familia que en ese momento se encontraban en la institución, manifestaron que los representantes de la Jurisdicción Sanitaria número 02, “vinieron hace un mes para platicar con nosotras sobre cómo prevenir este padecimiento y aunque quedaron de volver, hasta el momento no se han presentado”.
María Elena Alba Aragón reconoció que algunas madres de familia mandan a sus hijos sin almuerzo, “les dan unas cuantas monedas para que compren gorditas o comida chatarra y es por eso que los niños se enferman, por no cuidar lo que ellos comen”.
Rosales Balderas comentó que aunque las autoridades de salud hayan descartado la fosa séptica que está a la intemperie como la causante del brote de hepatitis, “es un foco de infección latente, pues aunque los del Municipio vienen a dejar cal y a desaguar, lo cierto es que los desechos de materia humana que ahí se almacenan, están casi sobre la superficie y aunado a la poca higiene que existe en los hogares aledaños a esta escuela, creemos que ambos factores desataron esta problemática de salud”.
Medidas adecuadas
Eduardo Gutiérrez Medrao, epidemiólogo del Hospital General B, dice que tan sencillo como lavarse las manos con agua y jabón después de ir al baño y antes de comer, “es lo necesario para que se combata una epidemia de hepatitis tipo A”.
“Primero hay que tomar en cuenta la definición de la enfermedad, ya que este padecimiento es una enfermedad benigna producida por un virus y es infecciosa, pero igual que muchas enfermedades contagiosas en el mundo, en el sentido de que fácilmente podemos llegar a contraerla”.
Cuando se presentan estos casos, “nosotros siempre vamos y revisamos a esos pacientes para confirmar y determinar que se trata de la enfermedad de que se está hablando, se toman los exámenes y se envían al Centro Estatal de Diagnóstico y al Centro Nacional de Diagnóstico de Salud Pública para tomar las medidas específicas y contrarrestarla”.
En el caso de la hepatitis, “yo creo que la gente piensa que debemos llegar y vacunar a todas las personas, -porque existe una vacuna en contra de la hepatitis-, sin embargo, no es el mecanismo adecuado, si no el llegar y educar a la gente, ya que la educación para la salud es lo más importante”.
Como en este caso se trata de gente de condiciones muy humildes que no tiene la preparación suficiente para romper esa cadena, “lo que tenemos que hacer aquí es llevar brigadas, platicar con la gente y explicarles el mecanismo de transmisión de la hepatitis, que es ano, mano, boca, como la mayoría de las enfermedades de este tipo”.
Se trata de una epidemia de tipo benigno, “que sí llega a causar alarma, pero las consecuencias que de ello se derivan son muy pocas”.