Reuters
ATENAS, GRECIA.- Los líderes de la Unión Europea empezaron a llegar ayer a Atenas para la primera cumbre del bloque desde el inicio de la guerra en Iraq, con la esperanza de que un simbólico voto de confianza al futuro de Europa ayude a superar las diferencias surgidas por el conflicto bélico.
Los 15 actuales integrantes de la Unión Europea aspiran a mostrar una imagen de unidad para dar la bienvenida a los diez nuevos miembros —la mayoría ex países comunistas—, cuyos representantes firmarán los tratados de adhesión en una ceremonia que tendrá lugar hoy miércoles al pie de la Acrópolis ateniense. Pero la conmemoración de los 14 años de integración europea tras la caída del Muro de Berlín no puede disimular las heridas abiertas en el seno de la Unión por las posiciones respecto al conflicto en Iraq.
Con las relaciones entre Francia y Gran Bretaña en su peor momento en años, será el primer encuentro cara a cara entre el primer ministro británico Tony Blair, el mejor aliado de Washington, y el presidente francés, Jacques Chirac, principal opositor a la guerra.
Los analistas prevén que los estados miembros se esforzarán especialmente por limar las asperezas sobre Iraq y en subrayar aquello que les une más que lo que divide al continente.
El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, también asistirá a la cumbre de Atenas, donde espera poder conocer de primera mano qué papel quiere Europa que desempeñe la ONU en la reconstrucción de Iraq.
Con 25 estados miembros y una población total de más de 450 millones de habitantes, la nueva UE va a abarcar desde el Océano Atlántico hasta el Mar Báltico y desde el Círculo Polar sueco hasta la isla de Chipre, en la vertiente este del Mediterráneo.
El ex presidente francés y presidente de la Convención sobre el Futuro de Europa que está redactando el borrador de la futura Constitución Europea, Valery Giscard d’Estaing, informará a los líderes acerca de las deliberaciones sobre si Europa puede o no hablar con una sola voz ante una crisis como la de Iraq.
La cumbre de Atenas también será testigo de otra derrota de la diplomacia mundial: el fracaso de los intentos por reunificar Chipre; al permitirle la entrada, la Unión está asumiendo un conflicto estancado que si se deja sin resolver podría perjudicar a la candidatura de Turquía.
, que se revisará en diciembre de 2004, fecha para la cual Chipre ya tendrá plenos derechos de voto y los 30,000 soldados turcos en el norte de la isla podrán ser considerados ocupación ilegal de un territorio de la UE.