15 septiembre 2003
Roma, (EFE).- Un artista callejero de nacionalidad argentina falleció tras lanzarse al vacío desde el campanario situado en la plaza de San Marcos, uno de los lugares más emblemáticos de Venecia (norte de Italia).
El suicida subió al campanario tras adquirir su billete y tomar el ascensor que le llevó hasta el mirador situado a ochenta metros de altura, donde salió a la cornisa exterior una vez superada la reja metálica de protección.
Varios turistas presentes en el lugar y dos agentes de la policía local veneciana intentaron sin éxito disuadirle de su gesto desesperado, informaron las autoridades. Aunque momentos antes los agentes habían desalojado las inmediaciones del campanario, numerosas personas asistieron conmocionadas a la escena. El cadáver permaneció sobre el pavimento de la plaza hasta que fue retirado tras la intervención judicial.
Las autoridades identificaron al fallecido como Fabian Alejandro Oiman, de 39 años, ciudadano argentino residente desde hace cuatro años en Padua (norte), aunque también pasaba temporadas en Francia, donde trabajaba como artista callejero, como mimo y bailarín
La policía veneciana señaló que el hombre había anunciado su propósito de quitarse la vida en un "testamento" encontrado junto al altar de la Basílica de Frari, en el que aducía un desengaño sentimental y la incomprensión por su arte.
Tras localizarle, los agentes le habían puesto en manos del servicio psiquiátrico del hospital Umberto I de la vecina Mestre, aunque, en circunstancias que todavía se desconocen, había logrado escapar del centro y acudir a la plaza de San Marcos.
El suceso ha causado una honda conmoción en la Ciudad de los Canales, y el alcalde, Paolo Costa, se personó en el lugar de los hechos para ser informado de los detalles.
Existe tan solo un precedente de un suicidio similar desde el campanario de San Marcos, situado junto a la homónima Basílica, ocurrido en 1984 y en el que perdió la vida una joven colombiana.
Desde aquel momento se había reforzado la seguridad en el mirador de la estructura, de cien metros de altura, que data del Siglo XVI pero que fue reconstruido en 1912 tras un derrumbamiento.