Reuters
NUEVA YORK, EU.- El actor Sean Penn publicó ayer una carta abierta de 4, 000 palabras en la primera página de uno de los cuerpos del The New York Times, defendiendo su viaje en diciembre pasado a Bagdad y criticando la guerra liderada por Estados Unidos en Irak.
El actor no comentó el motivo por el cual escogió colocar el anuncio pagado de página completa, al preferir "dejar que el ensayo hable por sí mismo", dijo la publicista del actor, Mara Buxbaum.
Penn escribió que un sentimiento de patriotismo lo impulsaba a cuestionar el propósito subyacente de la política estadounidense en derrocar a Saddam Hussein, a quien describió como "una bestia entre hombres".
"Nuestra bandera ha estado ondeando, parece, en servicio de un cambio de gobierno que beneficia significativamente a las empresas estadounidenses", dijo Penn, al cuestionar si la reconstrucción de ese país beneficiará a la gente de Irak o de Estados Unidos.
Penn dijo que las denuncias estadounidenses de que se necesitaba una invasión por los temores de las armas de exterminio iraquíes eran falsas.
"Descubrimos que nuestro secretario de Estado presentó una evidencia plagiada y ficticia de las armas de exterminio en Irak al pueblo estadounidense y al mundo", escribió el actor.
"Cualquier persona responsable debería preguntar en cuáles manos ondea ahora nuestra bandera y qué percepción tiene el mundo de esas manos".
El agente de Penn declinó comentar cuánto costó el anuncio. Una portavoz del NYT dijo que el precio estándar de un anuncio a página completa en esa sección del diario cuesta cerca de 135.000 dólares.
"Vemos a Bechtel. Vemos a Halliburton. Vemos a Bush, Cheney, Rumsfeld", escribió Penn. "Vemos a civiles iraquíes muertos. No vemos armas de exterminio. Vemos caos en las calles de Bagdad. Pero no armas de exterminio. Vemos la desaparición de un dictador iraquí asesino, quien cedió en su lucha y huyó sin usar las armas de exterminio".
La carta del viernes no es la primera que ha publicado Penn en un diario importante.
El actor publicó una carta abierta al presidente George W. Bush en octubre del 2002 en el The Washington Post a un precio de supuestamente 56.000 dólares, expresando su punto de vista antibélico y las preocupaciones acerca de la "intolerancia al debate" del gobierno.
Penn escribió en el NYT que luego de la carta de octubre, "fui azotado por una ola de tergiversación de los medios e incluso acusaciones de traición".