POR MARÍA ELENA HOLGUÍN
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- A un paro escalonado de labores o toma de instalaciones podrían recurrir los trabajadores sindicalizados del Sector Salud de no atenderse el conflicto interno, derivado de la imposición de un representante sindical por parte del dirigente en el Estado de Durango, Serafín Jiménez.
Jorge Luis Candelas Rangel, secretario general de la Subsección Uno dependiente de la Sección 88 del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salubridad y Asistencia (SNTSA) de Durango, dijo que su periodo al frente del sindicato concluyó desde el pasado mes de diciembre.
Un mes antes, Serafín Jiménez resultó electo para encabezar la Sección 88, pero en lugar de convocar a una nueva elección de la mesa directiva de la Subsección Uno, en forma directa y unilateral nombró delegada a Carmen Agüero, situación que ha generado serias inconformidades entre la base sindical.
Desde entonces se tomó el acuerdo de demandar a la dirigencia estatal del SNTSA un respeto a la directiva que aún está a cargo de Candelas Rangel y principalmente a los trabajadores representados por dicho sindicato, pues no se les había tomado en cuenta para la designación de la delegada, a pesar de que cada vez se realizaban asambleas para el cambio de la directiva.
Hasta ahora no hay ninguna respuesta y ya se dieron las primeras fricciones entre el grupo de Candelas Rangel y quienes apoyan a Carmen Agüero, pues el pasado miércoles hubo amenazas e intentos de agresión física hacia el todavía dirigente de la Subsección, cuando sus agremiados colocaban algunas cartulinas sobre las paredes del Centro de Salud “Isauro Venzor” demandando una solución inmediata al conflicto.
Al decir del entrevistado, el 90 por ciento de la base trabajadora acordó desconocer a Carmen Agüero como dirigente sindical y su postura de exigir una respuesta es para que el secretario general de la Sección 88 convoque a una nueva elección de la Subsección Uno.
Aclaró que las pancartas no manifiestan ninguna ofensa ni agresión hacia nadie, únicamente son expresiones de rechazo a la actitud asumida por Serafín Jiménez ante sus agremiados y quien según dijo “si no fuese por el voto de los laguneros no habría ganado la dirigencia estatal”.
A nivel nacional, dijo, se ha solicitado que la Subsección Uno se convierta en una Sección Laguna de Durango, que no dependa de la dirigencia estatal y que contribuya a terminar con las pugnas internas, toda vez que se ha incurrido en la asignación de plazas y entrega de estímulos y becas sin tomar en cuenta el escalafón sindical.
La Subsección Uno está integrada por alrededor de 600 trabajadores de los centros de salud de los municipios de Gómez Palacio, Lerdo, Tlahualilo, Mapimí, Nazas, San Pedro del Gallo y San Luis del Cordero.