Reuters
CARACAS, Venezuela.- El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, anunció ayer un sistema de control de cambio que busca apuntalar la moneda local en medio de una grave crisis política que enfrenta al mandatario con sectores opositores que demandan su salida del poder.
El esquema, que regirá desde hoy y cuyos detalles se desconocen, también buscará proteger las reservas internacionales, golpeadas por un "paro cívico" de nueve semanas con el empresarios, sindicalistas y políticos opositores buscaron forzar la renuncia del mandatario.
Chávez, quien acusa a sus adversarios de "golpistas" y "oligarcas", aseguró el martes que con el control de cambio cerrará el grifo de divisas a los empresarios que intentaron "desestabilizar" a la nación petrolera.
El sector empresarial opositor, que esta semana abandonó virtualmente el paro al no soportar sus costos, denunció la medida como un arma política de Chávez, a quien acusan de ser enemigo de la industria privada y de querer imponerle al país un Gobierno comunista.
El control cambiario, que anunció Chávez en la noche ayer, va "a ser utilizado como una herramienta política (para) doblegar la voluntad de aquellos empresarios que participamos en el paro cívico nacional", dijo Albis Muñoz, vice presidenta de la central empresarial Fedecámaras.
El Gobierno dijo que también estudia controles a los precios de los bienes de primera necesidad, algunos de los cuales tienen un alto componente de materia prima importada, que será más difícil de adquirir con el esquema de control "integral".
El 60 por ciento de los bienes que se consumen en el país son importados, afirmó el miércoles el presidente de Fedecámaras, Carlos Fernández.
Medida draconiana
El economista privado Orlando Ochoa, profesor de una de las principales universidades privadas del país, dijo que "los controles de cambio van a ser draconianos, con un criterio de castigo político y en medio de una economía colapsada".
Los detalles del sistema aún no han sido revelados, aunque el Gobierno, que hace dos semanas suspendió temporalmente las transacciones en divisas, ha dicho que favorece la aplicación de una tasa única con un férreo control estatal sobre las cuotas de dólares al sector privado.
Fuentes oficiales y bancarias han dicho que esa paridad única estaría entre 1.600 y 1.800 bolívares por dólar.
Uno de los directores del Banco Central de Venezuela, Domingo Maza, dijo a una radio local que el sistema no admitirá ninguna forma de mercado "paralelo" oficial como funcionó a través de los bonos Brady de la deuda nacional entre 1994 y 1996, la última vez que se aplicó un control cambiario en Venezuela en medio de una severa crisis financiera.
También previó que las divisas administradas por el sistema serán escasas "porque no tenemos como en oportunidades anteriores un flujo de divisas petroleras satisfactorio" a causa del duro efecto del paro en el corazón de la economía del país, Petróleos de Venezuela (PDVSA).
El sector petrolero, que normalmente aporta la mitad de los ingresos del Gobierno, fue lisiado porque miles de empleados de PDVSA apoyaron el paro, que comenzó el dos de diciembre.
Según analistas, la escasez de divisas promoverá el crecimiento de un mercado negro, que --según algunas fuentes y versiones de la prensa local-- ya opera entre dos mil 300 y tres mil bolívares por dólar, muy por encima del último tipo de cambio oficial del 21 de enero, de mil 853 bolívares por dólar.
"A mi juicio muy personal, cualquiera que sea el sistema de control de cambio que se establezca, por más perfecto que sea, por más previsivo que sea, es inevitable que exista un mercado negro", dijo Maza al explicar que en ninguna parte del mundo, ni siquiera en regímenes centralizados como la antigua Unión Soviética y China, ha podido ser evitado.
El control fue decidido luego que el bolívar, la moneda local, se derrumbó casi 30 por ciento desde el inicio del paro por una fuga de capitales que mermó las reservas internacionales en 12 por ciento hasta 10 mil 986 millones de dólares al 21 de enero, cuando fue cerrado el mercado.
La economía venezolana se contrajo 6.4 por ciento en los primeros nueve meses del 2002 y las previsiones de analistas privados luego del paro apuntan hacia una recesión histórica para el 2003, con una alta inflación y creciente desempleo.
GOBIERNO ARRECIA "OFENSIVA"
Pese a que el resto de la oposición ha comenzado a levantar el paro, los empleados petroleros en huelga han mantenido su decisión de no volver al trabajo hasta que haya un acuerdo electoral para salir de la crisis política.
El Gobierno los acusa de "saboteadores" y despidió a más de 5 mil huelguistas, mientras intenta normalizar las operaciones de PDVSA con trabajadores suplentes.
"Aquí no hay perdón, más de 5 mil han sido despedidos y despedidos están, y seguiremos despidiendo gente para sanear la PDVSA del pueblo", dijo Chávez en la noche del martes en un discurso ante cientos de sus seguidores.
El Gobierno también ha emprendido investigaciones oficiales contra los medios de comunicación, mayoritariamente controlados por sus adversarios, a los que acusa de transmitir propaganda política y de comunicar "mentiras" al país.
El miércoles llegó a cinco el número de "procedimientos administrativos" contra los canales de televisión privados, luego que funcionarios del Ministerio de Infraestructura notificaron a la televisora Venevisión --propiedad del magnate de medios Gustavo Cisneros-- del inicio de la investigación.
Las investigaciones podrían conducir incluso al retiro de las concesiones operativas de las televisoras y al cierre de los canales, dijo en la víspera el ministro de Infraestructura, Diosdado Cabello.