El País
Moscú, Rusia.- Seis observadores militares de Naciones Unidas fueron secuestrados ayer en Georgia, mientras patrullaban por el valle de Kodorí en el marco de la misión pacificadora interpuesta en la zona de conflicto entre la república caucásica y la región secesionista de Abjasia.
Los secuestradores, que no habían sido identificados, dejaron ir, tras desarmarlos, a tres soldados de la patrulla rusa que acompañaba a los observadores de la ONU. Éstos fueron conducidos en dirección a un bosque, donde se encontró posteriormente el teléfono móvil del traductor. Se trata del cuarto secuestro de este tipo en el valle de Kodorí desde 1999, y los representantes georgianos barajan tanto la posibilidad de que se trate de un acto delictivo común destinado a obtener un rescate como de un acto político. El representante del presidente de Georgia en el valle, Emzar Kvitsiani, manifestó que, se había previsto firmar un acuerdo georgiano-abjaso para el retorno de los refugiados a parte del valle, e indicó que los secuestradores podrían haber actuado para impedir ese retorno.
Fuerzas pacificadoras rusas y observadores de la ONU mantienen una presencia de interposición entre Georgia y Abjasia, después de que estos dos territorios se enfrentaran violentamente en 1992 y 1993, cuando Tbilisi decidió recuperar el control sobre Abjasia, que se había rebelado contra el control georgiano. El cese del fuego en la región es vigilado por una misión de observadores militares de la ONU (UNOMIG) y por tropas de paz rusas, que cuentan con el mandato de la Comunidad de Estados Independientes (CEI).
Moscú exigió ayer la liberación inmediata de los observadores de la ONU. En una declaración oficial, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Alexandr Yakovenko, recordó que Rusia ha pedido en diversas ocasiones a los georgianos que controlen la situación en el valle, donde durante un tiempo actuaban las fuerzas rebeldes del guerrillero checheno Ruslán Geláyev.