La conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, es uno de los eventos más importantes del calendario cristiano y por tanto, de la cultura de las sociedades que profesan dicha religión. La celebración de esos misterios es oportunidad para reflexionar sobre los asuntos personales y mundiales, a la luz del deseo de trascender que tiene todo ser humano con independencia de su credo o forma de pensar.
En nuestra Comarca Lagunera la fe y el rito encuentran una particular forma de expresión en el Cristo de las Noas, espacio en el que se dan cita personas de todas las clases sociales de la región y provenientes de otras partes de México. El Santuario es un orgullo porque ha sido construido con la fe y el esfuerzo de la comunidad y por tanto, es un monumento a la solidaridad y al trabajo conjunto.
Otras formas de aprovechar el asueto consisten en vacacionar en las playas u otros lugares fuera de la comarca o aquí mismo, en los parajes aledaños al Río Nazas o en otros sitios atractivos del semidesierto comarcano. Esta forma de vivir la Semana Mayor aunque desde una perspectiva laica, ofrece también la oportunidad para el descanso y sobre todo, para la convivencia familiar o en amistosa compañía.
Lo anterior supone una oportunidad para el esparcimiento que nos fortalece para enfrentar la realidad cotidiana y sus cargas, con ánimo fortalecido y renovado. En función de los riesgos que plantea el traslado y concentración de grandes contingentes de vacacionistas, vivamos estos días de descanso en forma prudente y al margen de todo exceso, en aras de un retorno feliz a esa realidad que reanudará el lunes próximo.