TORREÓN, COAH.- Si lo escrito en la Ley se cumple, el violador, Ricardo García Hernández, quien atentó contra el pudor de dos menores de edad, deberá pasar diez años y seis meses tras las rejas, sentencia dictada ayer por la jueza primero penal, María Mayela Valdés.
La historia que concluye con la sentencia de este sujeto, inició en la colonia Nueva Laguna, donde dos menores de edad de 13 y ocho años, quedaron desprotegidas debido al fallecimiento de su madre, ocurrido en el año 2000.
La situación de las infantes se agravó cuando su padre, argumentando problemas económicos, decidió viajar al sur del país, en busca de trabajo, dejando a sus hijas al cuidado de la abuela, en el sector popular antes citado.
García Hernández, que en ese entonces contaba con 30 años de edad, unió su vida a la de la hermana mayor de –13 años—, con la que de inmediato procreó un hijo y con la pareja vivía además la menor de ocho años.
No conforme con el daño moral causado a la niña de 13 años, Ricardo, quien dijo tener su domicilio en la calle Ignacio Comonfort 128 de la colonia Nueva Laguna, atentó contra la integridad física de la hermana menor, cuando ésta había cumplido los 11 años de edad.
Producto de la violación, la menor de 11 años quedó embarazada y en mayo del presente año se registró el nacimiento de un nuevo ser en el puesto de socorros de la Cruz Roja, para ese entonces, Ricardo ya había sido detenido.
El ocho de agosto pasado, García Hernández alegó en su defensa ante el Juez Primero Penal, que la niña de 11 años se le insinuaba constantemente y hasta lo invitaba a ver películas pornográficas, de ahí que se dio finalmente la violación.
Ayer, la jueza decidió que este sujeto, acusado del delito equiparado a la violación, deberá pasar diez años y seis meses en el Centro de Readaptación Social (Cereso), quedando el caso archivado en el juzgado primero del ramo penal.