El adolescente podrá obtener una sensación de poder cuando disponga de las oportunidades, recursos y la capacidad de influir sobre su vida de una forma positiva.
Cuando esta sensación esté firmemente desarrollada, se acrecentará su autoestima, pero si no dispone de oportunidades para ejercitar este poder y se le niega sistemáticamente, su autoestima se verá disminuida.
El adolescente que no desarrolla una sensación firme de poder suele comportarse de alguna de las siguientes maneras:
*Puede eludir afrontar las responsabilidades. No hará nada por su cuenta y habrá que recordarle constantemente los deberes que se le han marcado. Se echará atrás en las tareas que supongan para él un reto.
*Puede tener habilidades muy limitadas en muchas áreas, las típicas respuestas serían “no sé cómo” o “eso no sabré hacerlo nunca”.
*Puede actuar con frecuencia dando la sensación de estar desvalido y evitará hacerse cargo de los demás.
*Puede carecer de control emocional. Una demostración continua de furia, miedo, histeria o incapacidad para enfrentarse a la frustración indica una carencia definida de control personal.
*Puede ser excesivamente exigente o terco.
*Puede querer siempre ser el líder, hacer las cosas a su manera. Será flexible y se negará a discutir opciones y a compartir su autoridad.
Cómo relacionarse con el adolescente que posee una inadecuada sensación de poder:
*Estimule su responsabilidad personal.
*Ayúdelo a ser consciente de su propio proceso de toma de decisiones.
*Evalúe su procedimiento para resolver las situaciones problemáticas.
*Reafirme los éxitos que obtenga.
*Respete el grado actual de competencia del adolescente.
*Estimule al adolescente a fijarse objetivos personales, tanto a corto como a largo plazo.
*Reafírmele cuando influya en otros de manera positiva.
El adolescente con escaso sentido de autoestima se expresará de alguna de las siguientes formas:
*Hablará negativamente de sí mismo y de sus logros.
*Se enorgullecerá poco o nada de su apariencia.
*Demostrará poca imaginación y rara vez propondrá ideas originales.
*Hará cosas como se le diga, sin apenas aportar nada de su propia cosecha.
*Se sentirá incómodo cuando se le destaque o se le pregunte en clase.
*Buscará con frecuencia el elogio, pero cuando lo consiga se sentirá confuso y lo negará.
*Hará alardes cuando no sea el momento.
*Se adaptará a las ideas de otros. Sigue pero raramente guía.
*Tenderá a clasificar a los demás de un modo simple y es probable que sea crítico con sus características personales.
Cómo relacionarse con un adolescente que tiene problemas de singularidad:
*Resalte y reafirme sus dotes y características especiales.
*Acepte que su hijo adolescente exprese sus propias ideas, anímele a ello, aunque sean diferentes que las que usted tenga.
*Transmita su aceptación, incluso cuando halla que censurar su comportamiento.
*Descubra aspectos positivos en las ideas o en las conductas no habituales que manifieste, y reconózcaselos.
*Acepte la experimentación por parte de él con distintos trabajos, actividades o ideas.
*Respete sus puntos de vista, su singularidad, intimidad y sus pertenencias.
*Déjele llevar a cabo tareas que supongan responsabilidad, de forma que vaya adquiriendo conocimiento de sus habilidades singulares.