EFE
ROMA, ITALIA.- Los servicios secretos italianos habían señalado en julio pasado la existencia de riesgos para el contingente italiano desplegado en Iraq y, más en concreto, para los presentes en Naseriya (sur), donde estaba la sede de los 350 agentes de los Carabinieris.
Esa sede fue la semana pasada objeto de un atentado suicida, reivindicado por Al Qaeda, en el que murieron diecinueve italianos, entre carabineros, soldados del Ejército y civiles, así como varios iraquíes.
El presidente de la Comisión de los Servicios Secretos del Parlamento italiano, el ex ministro del Interior Enzo Bianco, reveló ayer que existía ese mensaje del espionaje militar en julio pasado.
La fuente de Bianco es el director de esos servicios de inteligencia castrense (SISMI), Nicolo Pollari, quien ayer compareció ante la citada comisión parlamentaria, donde también apuntó que el peligro para los militares italianos desplazados a Iraq todavía es “altísimo”.
Después de casi tres horas de comparecencia, los parlamentarios sacaron la conclusión de que los avisos de amenazas para el contingente militar italiano fueron crecientes desde julio e incluso el propio Pollari lo había manifestado en su anterior comparecencia ante la comisión, el 22 de octubre pasado.
Bianco, no obstante, rechazó que fuera cierto que el SISMI hubiera alertado el pasado martes, víspera del atentado contra la base de los Carabinieri de Naseriya acerca de esa acción terrorista.
La impresión de que el riesgo de nuevos ataques se mantiene es compartida por servicios secretos de otros países presentes con soldados en Iraq, según Enzo Bianco, quien agregó que no hay elementos que lleven a pensar en la disminución de la tensión en ese país, por lo que sugirió al Gobierno que incremente las medidas de protección de sus representantes.