Reuters
JERUSALÉN.- El partido derechista Likud del primer ministro israelí, Ariel Sharon, mantuvo su firme liderazgo en los últimos sondeos de opinión publicados ayer, ante las elecciones generales de Israel a celebrarse hoy.
Pero los sondeos también indicaron que el Likud deberá esforzarse para armar una coalición estable de gobierno.
Las encuestas de los diarios Yedioth Ahronoth y Maariv, de amplia circulación, mostraron que el partido de Ariel Sharon obtendría 32 o 33 escaños en el parlamento de 120 miembros, frente a los 18 ó 19 que conseguiría su rival más cercano, el Partido Laborista, de centroizquierda.
El centrista partido Shinui, que se está configurando como decisivo a la hora de la formación de coaliciones, ganaría, según los sondeos, de 15 ó 16 bancas.
Mientras algunos medios indicaban que Sharon estaba ocupado preparando un discurso de victoria, Israel imponía una prohibición general a la realización de viajes de palestinos en Cisjordania y la Franja de Gaza, donde viven 3.5 millones de palestinos, hasta el miércoles.
Israel, un país que se vio sacudido por decenas de atentados suicidas con bombas desde que en septiembre del 2000 comenzó una revuelta palestina para lograr la independencia, citó razones de seguridad al establecer las restricciones.
Ariel Sharon, de 74 años, convirtió a la seguridad y a su negativa a negociar la paz con los palestinos hasta que termine la violencia contra los israelíes, en pilares de su campaña electoral.
Los últimos sondeos indican que Sharon, disfrutando del vuelco que han dado los electores hacia la derecha por la ira contra los palestinos, podría formar una coalición de derechistas, ultranacionalistas y partidos religiosos que controlarían unas 65 bancas.
Pero tal gobierno colocaría a Israel en incómoda posición frente a la política estadounidense de estimular a los palestinos a poner fin a la violencia y realizar reformas en el camino hacia un Estado independiente, a la vez que podría retrasar las medidas locales para salir de la recesión.
Una coalición como esa probablemente también tendría que luchar para sobrevivir.
Los acosados mercados financieros de Israel, que sufren por el levantamiento palestino y la desaceleración global, preferirían ver un gobierno de unidad secular encabezado por el Likud, los laboristas y el Shinui para hacer frente a duros recortes presupuestarios y una reforma económica, dijeron analistas.
Pero el líder laborista Amram Mitzna ha rechazado públicamente el llamado de Sharon para la formación de una nueva coalición gobernante tras las elecciones, mientras que el Shinui se niega a sentarse junto a un gobierno formado por partidos religiosos.