Reuters
JERUSALÉN.- Los líderes de Israel y de los palestinos hablaron ayer a sus pueblos en Jerusalén por primera vez juntos, parados uno al lado del otro para expresar su compromiso con la paz.
En declaraciones previas a su reunión, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, dijo que los israelíes no quieren gobernar a los palestinos o decidir su futuro, pero que la paz no sería posible si continúa el “terrorismo” palestino. Sharon dijo que está dispuesto a pagar un “precio doloroso” por la paz.
Su colega palestino, Mahmoud Abbas, dijo que su pueblo quiere finalizar el conflicto con Israel, agregando que la única senda para avanzar es “a través del diálogo, la discusión y la negociación”.
“Nuestro conflicto con ustedes es un conflicto político y lo terminaremos a través de medios políticos. No tenemos hostilidad con el pueblo israelí y no tenemos interés en continuar el conflicto con ellos”, dijo Abbas.
Los dos dirigentes hablaron frente la oficina del primer ministro israelí. Sus declaraciones fueron televisadas internacionalmente.
Sharon y Abbas mantuvieron conversaciones el fin de semana con la consejera de Seguridad Nacional estadounidense, Condoleezza Rice, sobre el plan de paz patrocinado por Estados Unidos, que recibió confirmación en la cumbre de Jordania entre el presidente George W. Bush, Sharon y Abbas el cuatro de junio.
Israel se retiró de la mayor parte de la Franja de Gaza el domingo y lunes, restaurando tras dos años y medio la libertad de movimientos para los palestinos.
La retirada es parte de un acuerdo para que se avance en el plan de paz ideado por las Naciones Unidas, la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia, que llevaría al establecimiento de un estado palestino en el 2005.
Los grupos militantes palestinos han prometido una tregua en sus ataques contra israelíes, como parte del plan de paz.