SANTO DOMINGO, REP. DOMINICANA.- Un enojado entrenador argentino Guillermo Vecchio vociferó que "si quieren que me vaya, me voy mañana, si quieren quemarme, que me quemen", en alusión a las dos derrotas consecutivas del equipo varonil mexicano de basquetbol.
El conjunto mexicano sumó la segunda derrota al caer por 87-72 ante el representativo de Brasil y con ello se le esfumó toda posibilidad de alcanzar medalla en el torneo de basquetbol de los Juegos Panamericanos Santo Domingo 2003.
Vecchio, quien extraoficialmente se sabe gana 150 mil pesos mensuales, se molestó por los cuestionamientos que le hicieron los enviados de prensa y repartió responsabilidades sobre el fracaso.
"Cuando salimos de México prometimos una medalla, pero fracasamos en el intento, ahora sólo nos queda luchar por el quinto lugar", dijo.
Enfatizó que este fracaso "es mi responsabilidad", pero también dijo que "no se ganó hoy y ayer ante República Dominicana, ante el cual se jugó extraordinariamente durante los primeros 35 minutos, pues cuestiones sicológicas, porque el equipo no está acostumbrado a cerrar los partidos".
Luego amplió el panorama al decir que en México no se triunfa en equipo por las cuestiones mentales, y calificó esta situación como un estado "patológico" del deporte mexicano.
En esta cuestión mental informó que hace 15 días pidió al Comité Olímpico Mexicano un sicólogo para apoyar al equipo, pero la respuesta fue que "no hay un sicólogo en todo el país". Para remachar la caída mental del equipo mexicano ante los brasileños, dijo que "el tercer cuarto fue del terror, del perro".