MEXICO, D.F., (SUN-AEE).- Durante los próximos 40 años, la obesidad será transmitida -irremediablemente- de generación en generación debido a que los médicos y expertos no encuentran la forma de modificar la patente genética para quien se encuentran en esta condición, afirmó Angelo Pietrobelli, asesor del Centro de Investigación en Obesidad de la Universidad de Columbia.
Dijo que "la obesidad pediátrica tuvo una explosión entre los años 60 y los 90, y ya es considerada una epidemia en los países industrializados, donde 30% de la población infantil la padece" e hizo un llamado a la comunidad pediátrica internacional para sensibilizar a los gobiernos y a las instituciones competentes para impulsar investigación que permita prevenir este mal.
El especialista italiano agregó que los adolescentes de Estados Unidos, Europa y América Latina siguen esta tendencia.
Alertó que la obesidad es un factor de riesgo para males cardiovasculares, como el infarto al miocardio y la diabetes, principales causas de enfermedad y muerte en el mundo.
Además, es generadora de un alto índice de discapacidad y cuyo tratamiento paliativo es costoso; requiere de estancias hospitalarias recurrentes, así como fármacos de por vida y atención de alta especialidad médica.
De acuerdo con Agustín Lara Esqueda, director del Programa de Salud del Adulto y del Adulto Mayor de la Secretaría de Salud, el consumo anual promedio de un mexicano en la actualidad incluye 400 refrescos, tres mil 650 tortillas, 365 cigarros, 50 kilogramos de azúcar y 730 cervezas, lo que representa graves problemas para la salud.
Según el médico, esta mala alimentación se demuestra también cuando se descubre que cada mexicano sólo consume en promedio cuatro kilos de pescado al año y las verduras, como el jitomate, están en el lugar 25 del total de sus preferencias, y estos malos hábitos provocarán que en este siglo, los mexicanos mueran más por causa de la obesidad, que por desnutrición, misma que afecta al 10% de la población nacional.
Las estimaciones del especialista plantean que si se realiza un comparativo con las naciones europeas, México ocuparía la tercera posición en cuanto a prevalencia de obesidad, sólo por debajo de Yugoslavia y Grecia, con tasas del 40 y 38%, mientras que en el país, el porcentaje se ubica en 28%.
Pietrobelli refirió que el nivel de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares se puede establecer mediante le medición de la circunferencia de la cintura.