Ni el esfuerzo en conjunto de la Dirección Municipal de Seguridad Pública y el de la Procuraduría General de Justicia han logrado acabar con el graffiterismo en la ciudad de Durango, en los últimos días se han venido presentando más casos de este problema.
El subdirector de Protección Ciudadana, Adolfo Sánchez Nevárez, señaló que ante el incremento de pintas la DMSP realiza acciones de prevención basados en los datos que se vienen recopilando en los últimos meses.
“Tenemos un grupo antigraffiti que vigila el centro histórico en las madrugadas, en donde hemos detenido a 38 jóvenes en los últimos tres meses”, indicó Sánchez Nevárez.
Explicó que en su mayoría son estudiantes que salen de sus hogares a la secundaria en que estudian, pero varias horas antes, tiempo que utilizan para realizar sus pintas, tanto en la zona centro como en otros sitios, incluso mencionó que en su mayoría pertenecían a la EST. Núm 19 y a la EST núm. 1 según sus reportes.
Esta conducta está marcada por el ciclo escolar en el cual los adolescentes salen con más facilidad de su casa, siendo los participantes de diferentes niveles económicos, incluso una gran cantidad de ellos viven en el centro.
“El graffiti no está considerado como un delito en sí, pero el daño a la propiedad ajena es castigado incluso con varios años de cárcel”, dijo el juez administrativo, Luis Ernesto Aguilar García.
Apuntó que a quien se le encuentra culpable de afectar un inmueble puede ser castigado según el monto en lo que se evalúe la avería, que sería desde 6 meses sino excede un costo cercano a 25 salarios mínimos o hasta 12 años de prisión si pasa de 3,500 salarios.
“El problema es que no se tiene la denuncia de la mayoría de las personas afectadas por lo que se les impone una multa administrativa y salen libres”, aseveró Aguilar García.
Expresó que no puede constituirse un apartado especial en la ley para atacar al graffiti al catalogarlo como delito aparte del daño a la propiedad ajena, porque no sería explicable el que se elevara a dicho nivel una falta administrativa que no es tan grave, de lo cual mencionó que quizá solo en la conservación de los edificios históricos podría aceptarse.
“Este tipo de actos sirve para señalar sitios y comunicar ciertas ideas, incluso para definir sitios en donde se vende droga”, declaró Jesús Antonio Rosso Olguín quien pertenece al departamento de prevención del delito de la PGJ.
Comentó que estas acciones son resultado de la falta de comunicación entre padres e hijos, por lo que estos buscan un medio de expresión para manifestar sus ideas y sus sentimientos, motivo por el que ellos no lo consideran malo.
Por esta causa dicha institución ha preparado un plan para atender las necesidades de los jóvenes con un carácter formativo e informativo en las colonias del municipio, con espacios en donde se manifiesten y puedan reencontrar una comunicación con su familia y la sociedad.
En cuestión de la persecución de los delitos la Policía Ministerial tenía un grupo de dedicado a luchar contra este ilícito pero conforme pasó el tiempo se reintegraron a otros cuerpos de la corporación, ahora con los casos crecientes se vuelven a poner en activo con un solo fin.
“Creció el problema y los volvimos a juntar para combatirle, lo cual no ha dado muy buenos resultados”, señaló el jefe de dicha fuerza policíaca, Eulalio Aldama Enriquez.
Indicó que las placas que pintan son como una firma la cual es muy individual y con ello se ha llegado a identificar a un buen número de grupos o individuos que dañan las casas y edificios, para que paguen y reparen lo afectado.