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MÉXICO, DF.- El comercio electrónico mundial registra un freno importante para "despegar" y aprovechar su potencial, debido a la desconfianza que aún prevalece en los consumidores para comprar en línea, aseguró el director de nuevas tecnologías de Masterd Card, Víctor Carpizo.
Al dar a conocer los avances tecnológicos que en materia de seguridad aplican las firmas de tarjetas de crédito, con la finalidad de impulsar el comercio electrónico, reconoce que todavía no se gana la confianza del consumidor en este terreno.
"No es fácil que un consumidor tenga la confianza de dar su número de tarjeta de crédito para una transacción que se hace por la red. Además, hay un obstáculo muy importante de otro de los involucrados, los comercios, a los que no convence la idea del comercio electrónico como está planteado en la actualidad".
En entrevista, Carpizo explica que esta situación se presenta porque no hay una garantía similar a lo que sería el recibo firmado por el tarjetahabiente en el comercio tradicional, y el problema es que con las actuales reglas de contra cargos, si el cliente no reconoce la transacción realizada en el comercio electrónico, la responsabilidad recae sobre el comercio.
"Es en ese punto donde falta la garantía física que tienen hoy los comercios con una terminal, porque si yo como tarjetahabiente no reconozco una transacción, el comercio tiene la prueba de que sí la hubo y hay también una firma autógrafa de un pagaré, con la que se respalda la operación".
Asegura que Visa y MasterdCard realizan esfuerzos en la actualidad para ofrecer seguridad a los involucrados, "al punto en el que tanto a los comercios como a los adquirientes y los mismos clientes tengan las garantías que hay en el mundo físico".
“Secure code”
Hasta el momento la solución que se propone se llama "Secure code", mediante la cual se pueda autenticar la transacción en el comercio electrónico, por medio de una contraseña o usando una tarjeta con chip.
Hay tres esquemas para implementar el "Secure code", el primero es bajar un programa aplicativo a la máquina del cliente, que es lo que se denomina SPA, para generar directamente la autenticación.
Otro es el uso de algoritmos de encriptación de datos que tienen las tarjetas inteligentes (chip), usando un lector (dispositivo externo) que no es conectado a la computadora, al que se le introduce una tarjeta de crédito y el lector pedirá el NIP.
Una vez hecho lo anterior se oprime un botón y entonces asigna un número al cliente para que éste lo introduzca en el lector, le oprime validar y el lector presentará un número que se genera con un algoritmo que puede replicar el banco emisor.
"El aparato lo proporcionará el banco, para que cada vez que el usuario entre al servicio de banca electrónica lo haga con una clave distinta, con lo que el banco sabrá que ese número sí pertenece al cliente" dijo el entrevistado.
Con ello se evita que alguien pueda ver este password, pues cada vez que se introduce el NIP su número es distinto, posteriormente se genera lo que es la firma electrónica, con la que se garantiza la transacción.
La tercera opción para implementar el programa se denomina Three D Secure (tres dominios de seguridad), y su ventaja es que el cliente no tiene que hacer ninguna descarga de aplicación, es el comercio el que hace la descarga de un programa a su sitio en Internet. Víctor Carpizo dijo que cerca del 60 por ciento de las transacciones realizadas desde Amétirechpor los comelecs o, por carecer del mecanismo de autenticación.
"Eso es algo que muy fácil se podrá reducir en el momento en el que los emisores latinoamericanos adopten los elementos de autenticación".
Al final, el directivo asegura que este año se verán este tipo de soluciones en México, en especial en cuanto a dispositivos de autenticación, porque los de chip aún no se sabe para cuándo, ya que esta decisión depende de cada banco.