Afloró otro caso de corrupción en el Fovissste, al denunciar la facultativa María del Socorro Campos Alférez, quien trabaja en los Servicios Coordinados de Salud, que se le pretende cobrar un supuesto crédito para vivienda que se le concedió en 1993, y de lo cual se dio cuenta en el 2002 al solicitar un financiamiento para adquirir casa-habitación.
Lo peor es que la afectada, según lo comentó a El Siglo de Durango, ha encontrado obstáculos de funcionarios del Fovissste, quienes le han negado acceso al expediente, y le exhortaron a que “ya no le moviera” al asunto y que mejor empezara a pagar el financiamiento que nunca recibió.
Inclusive, cuando solicitó el crédito para adquirir una vivienda en el fraccionamiento FSTSE, tuvo que pagar un abono de 6 mil pesos, dinero que tampoco se le ha regresado a pesar de la negativa que obtuvo en respuesta por parte del Fovissste.
Admite que en 1993 inició tramites para solicitar crédito al Fovissste para adquirir una vivienda en el fraccionamiento CIMA, con la promoción de la constructora Las Águilas. Pero que lo canceló al no estar de acuerdo en la participación de un banco. Mostró documento que entregó el 14 de octubre de 1993 para suspender la petición. Inclusive, en 1994 le apareció un descuento en su cheque, lo cual de inmediato reclamó.
No volvió a tener problemas, sino hasta solicitar un nuevo crédito en el 2002, en que se le informó que no podía acceder porque ya había hecho uso de su derecho al Fovissste con un empréstito de 31 mil pesos, cifra que después de 10 años se calcula ya subió a 200 mil pesos con los intereses correspondientes.
Lo peor es que en el Fovissste le han dicho que al jubilarse tendrá que pagar el crédito que se le adjudicó en 1993. Es por ello que por su lado se dio a la tarea de investigar.
Fue así que la casa que supuestamente debió asignársele con el crédito de 1993, con domicilio en el lote 63 manzana A de la calle Cima Dorada en el fraccionamiento CIMA, está a nombre de María del Rosario Méndez Valdez, según lo corroboró en Catastro, además de que está registrada desde el primero de enero de 1993, antes de que recibiera el supuesto financiamiento.
Dijo que ella no recuerda haber firmado ninguna carta poder a la constructora Las Águilas, empresa a la que también notificó de la cancelación no del crédito, sino de la solicitud, antes de que se dictaminara la adjudicación. Pero lo que alienta su inconformidad es no haber encontrado en el Fovissste respuesta positiva a su demanda de ayuda para que se le resuelva su caso.