TORREÓN, COAH.- “Las investigaciones en torno al homicidio de Josefina Obdulia Walss Rodríguez continúan. No se ha dejado de trabajar al respecto”, es la versión que dan las autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), a un año de que se encontrara el cuerpo con signos de descomposición, de la infortunada mujer asesinada en el interior de su domicilio. A la fecha no hay pistas sobre el responsable del crimen.
Aunque no se tienen líneas concretas, el caso no se ha cerrado y las indagatorias siguen, pero por el momento sin algún indicio sobre la posible identidad de él o los homicidas de la infortunada mujer asesinada de 14 puñaladas en la espalda, informó Gerardo Villavicencio Valdés, coordinador “B” del Ministerio Público de Delitos contra la Vida y la Salud Personal.
Fue el 12 de junio del año pasado, aproximadamente a las 20:40 horas, cuando en el interior del domicilio ubicado en avenida Abasolo No. 2248-B oriente, fue encontrado el cadáver de Obdulia Josefina Walss Rodríguez, de 63 años de edad. Llevaba más de 48 horas de haber fallecido, pues ya mostraba signos de descomposición.
Miembro de conocida familia de la localidad, el cuerpo de la sexagenaria estaba en el interior de su recámara, a un lado de la cama, con las manos atadas por atrás y cubierta la boca. En la parte baja de la espalda sobresalía la empuñadura del cuchillo de cocina con el que fue victimada. Lo tenía clavado hasta la mitad. Fueron 14 heridas penetrantes las que se contaron.
Todas las lesiones se agrupaban en la región lumbar, también conocida como espalda baja.
Hasta el momento, expresó Villavicencio Valdés, no se ha establecido el móvil del crimen, pero de antemano se descartó el robo, pues no faltaban objetos de valor en la casa.
También, el mismo funcionario dijo que “el asesinato fue cometido con mucha saña y no fue circunstancial sino más bien premeditado, porque al asesino no le importó que estuviera con la boca cubierta y con las manos atadas a la espalda”.
A un año de haberse cometido este homicidio que en su momento —y aún ahora— estremece a la sociedad lagunera, las investigaciones realizadas por las autoridades no han fructificado a fin de establecer la identidad de él o los posibles responsables, ante la angustia y desesperación de los familiares de la víctima.