15 agosto 2003
Washington, (EFE).- Las autoridades de Estados Unidos y Canadá no han determinado las causas del apagón que dejó anoche sin electricidad a 50 millones de personas, pero ambos gobiernos indicaron que no fue resultado de un ataque terrorista.
En general las autoridades achacaron el apagón a los anticuados sistemas de distribución eléctrica, y a su vez los canadienses sugirieron que el fallo que dio lugar al apagón ocurrió en una planta de generación de electricidad en el lado estadounidense de las cataratas del Niágara.
"Somos una superpotencia con la red de suministro de energía de un país del Tercer Mundo", dijo el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, quien fuera secretario de Energía en el gobierno del presidente Bill Clinton.
El Instituto de Investigación de la Energía Eléctrica, con sede en Palo Alto (California), ha calculado que en los últimos 10 años la demanda de energía ha subido un 30 por ciento en el país, mientras que la capacidad de generación ha aumentado apenas el 15 por ciento.
La vulnerabilidad de la red eléctrica quedó en evidencia cuando en apenas 9 segundos quedaron sin energía residentes y negocios desde el sureste de Canadá al nordeste de Estados Unidos, y los expertos también están perplejos ahora porque el sistema interconectado no pudo hacer frente a los trastornos.