Ciudad de México, (Notimex).- "Cuando mi esposo trató, veladamente, de impedir que siguiera estudiando en la universidad, mi mente ya había cambiado. Yo estaba necesitada de conocimiento, por eso nos separamos.
Después, con mi trabajo me hice más independiente y con mi dinero he podido hacer lo que he querido... Digamos que tuve dinero para comprarme mis chocolates", indica.
No obstante tiene como filosofía "no molestar a nadie". Silvia Cruz lamenta que muchas personas de su misma edad tienen que mendigar en las oficinas de gobierno por una pensión indigna que apenas les permite sobrevivir.
"Yo no soy pensionada, pero a todas esas gentes que dejaron su vida en oficinas de gobierno o en otros trabajos, se les debe retribuir de acuerdo con su trabajo y la vida que cada día se va poniendo más cara. Yo conozco gente que recibe 300 ó 600 pesos al mes. Dígame usted, ¿qué van a hacer con eso?, ¿cómo van a vivir?" De su nuevo proyecto de vida que inició el 11 de agosto, comenta con orgullo que, al principio, sus compañeros creyeron que era una maestra. Al percatarse que era una alumna más, el trato ha sido cordial y ya hay amistades. Según sus palabras, en el ambiente universitario no hay chaparros, altos, gordos o feos, todos son mentes que van dispuestas a aprender.
Aunque rehúsa hacer recomendaciones a los jóvenes, "eso es cosa de viejos y cada quien sabe lo que hace con su vida", la estudiante de filosofía exhorta a la gente de su edad a que no se dejen vencer por los achaques: "La vejez tritura y debemos vivir una vida plena".
-Al concluir su licenciatura en filosofía en el 2008, ¿qué sigue en su vida? -Pues qué sigue en mi vida, yo no lo sé, pero de algo estoy segura: no me voy a quedar tranquila, eso es para cuando ya esté muerta y yo todavía veo la muerte de muy lejos".
Y además de poetisa, pintora, licenciada en Relaciones Internacionales y futura filósofa, doña Silvia lanza a su gallo presidencial al ruedo.
"Mi gallo para la Presidencia en el 2006 es Jorge G. Castañeda, porque es una persona culta y conoce la idiosincrasia de los pueblos del mundo. Además, me acabó de conquistar cuando dijo que él iba a ser candidato para ganar y no para andar perdiendo el tiempo, y en eso es igualito a mí, no me gusta andar con tarugadas; si voy a hacer algo lo hago bien, si no, mejor no se hace nada", acota.