TORREÓN, COAH.- Hasta el momento no ha habido una respuesta positiva de parte de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Durango, sobre la petición hecha por su similar de Coahuila, para que proporcione varios casquillos de los “cuernos de chivo” asegurados a cinco sujetos que detuvieron hace varios meses. Esto para saber si corresponden a las usados por los gatilleros que victimaron a “El Pescado”.
La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) en Coahuila, no ha podido hacer las pruebas comparativas de balística, motivo por el cual ya se hacen gestiones ante los juzgados adscritos de Durango a fin de que se envían algunos casquillos de las armas en mención, toda vez que hasta el momento las investigaciones en torno a la ejecución del comandante del Grupo Antisecuestros, Cipriano Floriano Navarrete, se hallan estancadas.
El día 9 de octubre de 2002, varios gatilleros esperaban en las afueras de la vivienda del jefe policíaco para emboscarlo, lo que lograron al tomarlo por sorpresa y dispararle varias ráfagas con rifles de asalto AK-47, mejor conocidos como “cuernos de chivo”, calibre 7.62X39.
Días después de este crimen, del que hasta el momento se lleva poco avance, se detuvo a cinco sujetos en la capital de Durango en un laboratorio clandestino, logrando asegurar armas de grueso calibre de uso exclusivo del ejército, entre ellas tres “cuernos de chivo”, así como utensilios diversos para el procesamiento de sustancias tóxicas tales como el “cristal”, además una cubeta que contenía efedrina y anfetamina diluidas en agua suficiente para producir 40 mil dosis para distribuirlas al menudeo.
Las armas aseguradas calibre 7.62X39, 59 cartuchos útiles, dos escopetas recortadas calibre .12 y 19 tiros hábiles; dos pistolas tipo revólver calibre .22 con cuatro cartuchos hábiles y una escuadra 9 milímetros y 26 cartuchos que ocultaban en el interior de una maleta negra; además de siete teléfonos celulares, un Grand Marquis gris y un Spirit blanco, ambos con vidrios polarizados.
Los detenidos fueron Reynaldo y/o Clemente Ortiz Sánchez, Jorge Enrique Gutiérrez Quintero, Braulio Cabrera Romero, José Eustolio Hernández Carrillo y José Alfredo Galindo Herrera, de quienes se rumoró, fueron contratados para liquidar al comandante del Grupo Antisecuestros, Floriano Navarrete.
En la PGJE de esta entidad, se señaló que a fin de agotar las instancias y sobre todo verificar si efectivamente esos “cuernos de chivo” se usaron en la ejecución del policía, se hizo una solicitud formal entre los titulares de ambas procuradurías, de Coahuila, Óscar Calderón Sánchez y de Durango, Luis Alberto Celis Porras a fin de que se proporcionaran varios casquillos y realizar pruebas periciales de balística comparativas.
Los meses han transcurrido y se continúa en espera de recibir esos cartuchos percutidos para efectuar las pruebas necesarias y confirmar o descartar en su caso si esas armas son las mismas con las que ultimaron a “El Pescado”.