Por Cristal Barrientos Torres
El Siglo de Torreón
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Se cuidó todo detalle. Desde el remozamiento del trayecto de la Alcaldesa de su casa al Teatro Alberto M. Alvarado, hasta el número exacto de invitados al segundo informe de gobierno.
Desde temprana hora una cuadrilla de trabajadores de la presidencia municipal se apuraba: pintaban el adoquín y los cordones del bulevar Miguel Alemán, cortaban el césped y también limpiaban las lámparas.
Y es que antes del medio día, el bulevar Miguel Alemán debía quedar intacto para cuando la Alcaldesa pasara con destino al teatro. Los tránsitos también hacían su trabajo: movilizaban rápidamente el tráfico para que no hubiera ningún inconveniente durante el trayecto.
Los automovilistas un tanto extrañados observaban el operativo vial: vuelta a la derecha, a la izquierda, siga de frente, eran algunas de las instrucciones de los agentes. El tráfico fluía a la perfección.
En el teatro Alberto M. Alvarado, todo estaba impecable. Los invitados descendían de vehículos lujosos mientras los integrantes del Grupo de Reacción Inmediata (GORI), hacían la valla para recibirlos con los honores debidos, máxime si se trataba de algún funcionario estatal o integrante de la familia Herrera.
De pronto comenzaron a llegar personas a pie o en camiones, con la ropa gastada y los zapatos maltratados. Ellos no llevaban invitación, tal vez por eso Yeye Romo –titular de la Dirección de Cultura- trataba de impedirles la entrada al teatro.
“No los dejen pasar... Ya no hay lugar... ¿Trae su invitación?... Les digo que ya no dejen pasar...”, eran las frases llenas de enfado y fastidio que la directora de Cultura Municipal repetía una y otra vez a las personas sin invitación.
La gente –la de la ropa gastada y zapatos maltratados- se sintió ofendida y exigían entrar al recinto donde la Alcaldesa rendiría su informe de gobierno: “Déjenos pasar, venimos desde muy lejos” y los empujones no se hicieron esperar.
Por medio de los radios de comunicación, los agentes apuraban a las personas: “Ya viene la Alcaldesa, despejen la entrada porque ya va a llegar la señora”. Ante la negativa a los guardias no les quedó más remedio que dejarlos pasar.
Al final todos cupieron en el teatro Alberto M. Alvarado: los de los zapatos maltratados y ropa gastada como los que llegaron en automóviles último modelo y vestimenta de lujo. Unos y otros pudieron escuchar sentados el segundo informe de gobierno de Leticia Herrera.