De acuerdo con reportes de la Secretaría de Educación en el Estado (SEED), de las 150 escuelas de los diferentes niveles educativos que registraron problemas derivados de los altos volúmenes de las precipitaciones pluviales, aún permanecen sin reanudar clases las que se ubican en los poblados Francisco Villa Nuevo y Villa Viejo, del municipio de Durango, y de Emiliano Zapata y Cuauhtémoc, de Cuencamé.
Y no obstante que aún no fluyen los recursos económicos del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), y en previsión de que suceda lo del año pasado, que no se reconocieron los daños que las inundaciones ocasionaron a edificios educativos, la Secretaría de Educación, en coordinación con el Comité de Construcción de Escuelas en el Estado (Coced), lleva a cabo acciones de reparación de los desperfectos en los planteles que resultaron mayormente afectados, y en los que siguen suspendidas las actividades, a fin de que las reanuden lo más pronto posible, pero sin que ello signifique riesgo de accidentes a los niños y maestros.
De acuerdo con información proporcionada por Víctor Lerma Moreno, subsecretario de Educación, para la atención de las instituciones educativas afectadas por los desastres naturales, la secretaría cubre las necesidades de los edificios a través del Programa de Mantenimiento, labor en la que participa para ampliar la cobertura el Coced, ?pero solamente con recursos que le son asignados de manera extraordinaria, ya que contempla de manera específica la construcción planeada, y su ramo de atención a contingencias está supeditada a la autorización expresa?.
En lo que se refiere al Fondo Nacional de Desastres Naturales, el año pasado cuando se presentó una situación de emergencia, al realizar evaluaciones de los edificios educativos, con el solo hecho de dictaminar que la falla estructural de la construcción no era reciente, la demanda de ayuda no fue atendida en todos los casos que se realizó la supervisión.
Es por ello que ahora las evaluaciones de daños se realizan de acuerdo con lo que establece la normatividad del Fonden, a fin de que haya la justificación para que atienda la demanda de ayuda, si no en los 150 edificios de educación, al menos en los alrededor de 20 que resultaron más dañados, con desperfectos como filtraciones, cuarteaduras, reblandecimiento y derrumbamiento de enjarre y recubrimientos, así como de muros y bardas, todo provocado por la creciente de los ríos y arroyos.
Hubo centros escolares que suspendieron clases como medida preventiva, pero otros por los riesgos latentes. De las aproximadamente once escuelas que al 26 de septiembre estaban sin labores, hasta ayer solamente seguían sin actividades las que se ubican en los poblados Francisco Villa Viejo y Villa Nuevo del municipio de la capital, por persistir la inundación. Además también en Cuauhtémoc y Emiliano Zapata, de Cuencamé.