Francisco Unzueta Valenzuela era residente general de Conservación, y José María Tovalín Andrade, especialista en hidráulica, ambos con 34 años de servicio en la Comisión Nacional del Agua, y aprovecharon que este año el Programa de Retiro Voluntario contempló no sólo a trabajadores de base, sino a personal de mandos medios.
Así como ellos dos, en la Subdelegación de Pesca de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación causarán baja a partir del 15 de octubre próximo el biólogo Jorge Rivera Hernández, jefe del Centro Acuícola Valle del Guadiana, y Juan Manuel Espinoza Flores, jefe del Departamento de Informática y Obra Pesquera, porque acaban de solicitar su retiro voluntario.
En este año también dejaron la Sagarpa Maximiliano Castañeda Severian, Antonio Escandón Rentería y Jesús Silveria Ortiz, quienes fungían como jefes de Centros de Atención para el Desarrollo Rural, mejor conocidos como Cader?s, en El Salto y el municipio de Villa Ocampo.
En los últimos tres años, 194 trabajadores, de base y de confianza, han decidido voluntariamente pedir su retiro en las dependencias de Sagarpa, Comisión Nacional del Agua y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
La Sudelegada de Pesca, Zina Ruiz de León, reconoció que cada plaza que entra en el Programa de Retiro Voluntario no se repone, lo que está creando falta de personal suficiente para cumplir con las metas programadas en forma más eficiente.
Martín Arámbula Hernández, jefe de la Unidad de Comunicación Social de la Sagarpa, y José Antonio Torres Cervantes, jefe del Departamento de Comunicación Social y Capacitación de la Semarnat, afirmaron que cuando un trabajador se retira se reestructuran los departamentos, se redistribuye el trabajo, y ambos coinciden en que el trabajo se continúa haciendo con los mismos resultados.
Aunque cada Programa de Retiro Voluntario tiene sus característiscas especiales, pero en el servicio público federal las mujeres se retiran a los 28 años de servicios y los hombres a los 30. Hay compensaciones especiales para los trabajadores que aceptan retirarse, lo que hace atractivo tomar esta decisión.
En el caso de la CNA, los trabajadores que accedieron a retirarse, dio a conocer el gerente estatal Miguel Calderón Arámbula, en su momento, alcanzaron como mínimo 200 mil pesos y como máximo 500 mil pesos.
El funcionario federal explicó que cuando se dan de baja las plazas lo que se hace es redistribuir al personal que queda para cumplir con las tareas y los programas establecidos por la institución.
De acuerdo con los datos recabados, actualmente quedan 485 trabajadores en la delegación de Sagarpa, 257 en la CNA y 118 en la Semarnat, después de que ésta en el 2002 transfirió a 132 trabajadores a la naciente Comisión Nacional Forestal. En total, en estas tres dependencias relacionadas con la agricultura, el agua, lo forestal y el medio ambiente, quedan alrededor de mil servidores en activo.
Arámbula Hernández explicó que cuando un jefe de departamento o de programa optar por retirarse, existe el personal subordinado suficientemente capacitado para asumir las funciones requeridas; existen también manuales de operación, y en ocasiones se adapta la estructura para continuar sacando adelante los programas.
En la Sagarpa quedan en activo 485 trabajadores de base, mandos medios y superiores; y en en el periodo de 2001 al 2003 se fueron 114; en la CNA, queda un personal de 257 trabajadores, después de que en los últimos tres años pidieron su retiro voluntario 68; y en la Semarnat, que sufrió transformaciones en el 2002, al surgir la Conafor, tiene actualmente 118 trabajadores activos y solamente se han retirado 12 en tres años.
Los programas de Retiro Voluntario que emite cada secretaría federal dirigido a sus trabajadores se basa en la normatividad que emite la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en la que se contemplan atractivas compensaciones.
Entre los beneficios destacan la compensación económica de tres meses de sueldo; 20 días por año de servicio; 12 días adicionales por cada año de servicio para el personal de más de 15 años de antigüedad, entre otros estímulos que son similares en cada dependencia.
Adicionalmente, hay apoyos de uno a seis meses de sueldo, dependiendo de la antigüedad, al personal operativo, y otros que se traducen en más ingresos.