TORREÓN, COAH.- “De haberse negado el sindicato a la privatización de Teléfonos de México (Telmex), se hubiera frenado también el crecimiento de esta empresa”; En Comisión Federal de Electricidad (CFE), también se debe dar este proceso, declaró Lisandro Robledo Cháirez, secretario general de la Sección Seis del Sindicato de Telefonistas.
Robledo Cháirez reconoció que es la nueva forma de practicar el sindicalismo, apegándose a los programas de modernización de la empresa a fin de lograr la optimización; en Telmex se han hecho grandes inversiones, como en la colocación de la red de millones de kilómetros de fibra óptica, se mejoró la calidad, aunque la base laboral no registra el mismo crecimiento en relación a la infraestructura.
Recordó que en el año de 1991, cuando se dio la privatización, eran 420 trabajadores activos y se atendían 113 mil 214 líneas telefónicas y en la actualidad son 530 empleados y se atienden 210 mil líneas, pero las condiciones laborales son buenas.
Al iniciar el proceso de privatización, se dialogó con la base laboral, pues habría cambios en el trabajo diario de cada persona, por ejemplo, aquí unas 80 operadoras que atendían las solicitudes de llamada de larga distancia y otros servicios, tuvieron que estar dispuestas a dejar el escritorio para trepar a los postes a dar mantenimiento a los equipos.
Para ello recibieron capacitación y quienes no estuvieron dispuestas fueron liquidadas; sin embargo la mayoría sí entró al proceso de cambio y hasta el momento, mantienen esa disposición de prestarse a las necesidades de la empresa.
Con este tipo de acciones, se aprovecha más el recurso humano, el trabajador se convierte en multifuncional, ya que los cambios constantes de tecnología proponen una nueva forma de practicar el sindicalismo.
Al principio, reconoció, había temor y eran constantes los rumores en el sentido de que los despedirían a todos, pero esa es labor de las dos partes –empresa y sindicato--, lo que afortunadamente se dio en Telmex, explicó el dirigente sindical.
Por otra parte, el dirigente de los telefonistas se refirió a la pretendida privatización de las dependen-cias federales y consideró que es positiva la idea, pues sólo así se logrará el crecimiento deseado, “algunas dependencias son sostenidas por el mismo Gobierno Federal, pues operan con números rojos y no es correcto”, estimó.
En Telmex, el trabajador tiene ciertos beneficios al utilizar el servicio de comunicación, pero no es al cien por ciento. La CFE es una carga para el gobierno y eso se debe observar y atender, aclaró.
Sindicalismo anquilosado
Robledo Cháirez habló del tipo de sindicalismo que se practica en el país y criticó a la CTM y CROC, donde el 90 por ciento de los contratos colectivos son de protección al patrón; “es más, hay sindicatos cuyos integrantes ni siquiera conocen a sus dirigentes, son obligados a aceptar lo que les proponen”.
Centrales como las mencionadas, consideró, han frenado el desarrollo de la nación y a nivel local, es fácil detectar lo provocado por los sindicatos, “si tomas en cuenta el lugar donde trabajan muchos laguneros, en las fronteras”.
“Por lo expuesto y muchas otras cosas, es necesario modificar la práctica del sindicalismo, pues hasta este momento los dirigentes siguen anteponiendo su interés muy personal, de ahí la propuesta de reforma a la Ley Laboral, la cual contempla también la libertad de sindicalización”, concluyó.