EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Viñedos y Vendimias de la Nueva Vizcaya -Los cosecheros Privilegiados por la Corona Española en el Siglo XVIII- será el nombre del nuevo título de la colección Lobo Rampante, editado por la Universidad Iberoamericana (UIA) Torreón, el cual lleva el número siete de la serie.
La presentación tendrá lugar el próximo jueves 27, en punto de las 20:30 horas, teniendo como sede al Instituto Municipal de Documentación y Centro Histórico Eduardo Guerra.
Los comentarios estarán a cargo del escritor Jaime Muñoz Vargas, el investigador Carlos Castañón Cuadros y de Sergio Antonio Corona Páez, coordinador del Archivo Histórico Juan Agustín de Espinoza SJ y autor de la publicación.
Su contenido constituye una significativa aportación de la universidad, al estudio de la economía de la Comarca Lagunera y de la Nueva Vizcaya en la era colonial y contiene información procedente de la tesis doctoral de Sergio Antonio Corona Páez.
Viñedos y Vendimias de la Nueva Vizcaya tiene que ver básicamente con las condiciones legales de la tenencia y producción de viñedos en dicho reino o gobernación.
En el ámbito de los académicos se ha manejado, hasta el día de hoy, que el cultivo de la vid estaba permitido sólo en pequeñas cantidades y de manera no comercial a los misioneros que se internaban en el septentrión novohispano, dada su necesidad de vinos sacramentales, su lejanía y aislamiento.
Para Francois Chevalier y para algunos otros historiadores de peso, el cultivo de la vid estaba prohibido en la Nueva España por instrucciones secretas a los virreyes, aunque las evidencias no pudieron ser localizadas.
Viñedos y Vendimias... viene a demostrar que la tenencia y producción comercial de los viñedos, en la zona templada de la Nueva Vizcaya (sur de Coahuila, Durango, Chihuahua), se remontaba al siglo XVI, y que los cosecheros podían establecer viñedos comerciales con toda libertad.
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UN POCO DE HISTORIA
Viñedos y Vendimias cuenta con el apéndice reglamentario que contiene la transcripción de los documentos probatorios.
-El texto demuestra sin lugar a dudas que los cosecheros vitivinícolas neovizcaínos, particularmente los del pueblo de Santa María de las Parras (Parras, Coahuila), los del Real Presidio de Paso del Norte (Ciudad Juárez, Chihuahua) y los de algunas regiones aledañas a la Nueva Vizcaya, como El Mazapil, gozaban de privilegios otorgados por la Corona española.
-Los cosecheros tlaxcaltecas y los cosecheros blancos de Santa María de las Parras recibieron de la Corona sendos privilegios en el primer tercio del siglo XVIII, por medio de los cuales su producción vitivinícola quedaba libre del llamado “nuevo impuesto” y de alcabalas.
-A mediados del siglo XVIII, otro virrey otorgó los mismos privilegios de Parras a los cosecheros del Real Presidio de Paso del Norte, a los cosecheros de Mazapil y a los de otros lugares.
-Por el conocimiento que la Corona y la mitra de Durango, de las condiciones climáticas de las que gozaban en esta región, fue que siempre reconocieron como legítimas las bebidas de Parras y del Real Presidio de Paso del Norte. Después de todo, la producción de bebidas legítimas era una manera de contrarrestar la producción y consumo de las ilegítimas o mezcladas.
-La producción colonial parrense de vinos y aguardientes no había sido estudiada hasta ahora, y se considera que en el último tercio del siglo XVIII tan solo la de aguardiente era equivalente a un tercio del que llegaba anualmente en las flotas españolas.
-Viñedos y Vendimias de la Nueva Vizcaya trata fundamentalmente de la variable independiente de la producción vitivinícola parrense y neovizcaína, a saber, la tenencia legal de los viñedos.
FUENTE: Instituto de Documentación y Centro Histórico Eduardo Guerra