Reportajes

Sociedad pierde batallas

Por Luis Alberto Morales Cortés

El engranaje de la justicia en entredicho

Torreón, Coah.- Maribel está sentada en su cama mientras acaricia a su hijo David. En octubre el niño cumple su primer año de vida, su madre lo abraza y se pone a jugar. La abuela del pequeño llama a su hija para comer. “Yo quiero mucho a mi niño y no me importa saber quién es su padre, conmigo están bien”, dice doña Olga.

Maribel se pone de pie, su cuerpo muestra cambios en la figura, es muy joven para ser madre, la Ley dice que no tiene la capacidad de decidir sobre su conducta sexual, es tan joven que tampoco tiene claro el concepto de justicia.

Hace año y medio tuvo relaciones sexuales con seis adolescentes, después de cuatro meses, su mamá descubrió que estaba embarazada y acudió a la Procuraduría de Justicia a denunciar una violación. El asunto es muy delicado por una simple razón: Maribel tiene 13 años.

Desde la última semana de mayo de 2003, Julio César y José, se encuentran recluidos en la Residencia Juvenil. En el Consejo Unitario de Menores determinaron su presunta responsabilidad y ya hubo una apelación que todavía no se resuelve. El resto de los adolescentes están libres.

En la agencia del Ministerio Público adscrita al Juzgado Primero del Ramo Penal, se recibió el 15 de marzo del presente, la consignación del caso donde aparecen como probables responsables del delito equiparado a la violación los hermanos Gerardo y Azael, así como su amigo José, todos de 17 años.

La dilación de la justicia se manifiesta. El 25 de julio de 2003, se solicitó información sobre el caso en la citada dependencia. El expediente sólo aparecía como recibido pero no estaba en los registros de procesos, tampoco estaba en el libro de devoluciones y no aparecía ni físicamente.

El expediente estaba “olvidado” en un anaquel, la secretaria de la agencia no se explicaba por qué estaba relegado, sin folio, como en un archivo de “asuntos sin importancia”. “Es que en abril cambiamos de oficinas, pero esto no debe pasar”, dijo la empleada asignada a la guardia.

Inocencia perdida

Las muñecas de Maribel quedaron abandonadas en un rincón de su casa, todavía cursaba el último año de primaria, cuando el 13 de febrero de 2002 acudió a una “fiesta” en una de las colonias colindantes con el Cerro de las Noas, tenía 12 años cuatro meses.

La niña vivía en la zona centro de la ciudad, su madre trabajaba en una maquiladora, las largas jornadas laborales la dejaban rendida, al llegar a casa sólo quería descansar, no había tiempo para platicar con su hija.

El día de la “fiesta”, un amigo de Maribel pasó a su casa, de ahí se fueron a recoger un pantalón a casa de Alfredo, ahí se enteraron del festejo y se encaminaron a la casa, una finca semiabandonada, de dos pisos, en la planta alta estaban los “invitados”.

Tras subir una escalera, Maribel y una amiga se dieron cuenta que eran las únicas mujeres, sus acompañantes, todos adolescentes vestidos tipo “cholo”; empezó el intercambio de palabras.

Sobre lo que ocurrió esa noche obviamente hay dos versiones, lo que dice Maribel y lo que mencionan los seis inculpados. La niña dice que fue amenazada de muerte para que accediera, los jóvenes señalan que ella dio su consentimiento a cada uno.

En el certificado médico legista aplicado casi cuatro meses después de los hechos, no hay evidencia de violencia física, pero sí había desfloración. La denuncia se presentó el diez de junio del año pasado.

Las dificultades

Doña Olga acudió a la Procuraduría de Justicia cuatro meses después de la “fiesta”, dice que lo hizo porque su hija le confió lo ocurrido, niega que la denuncia obedeciera a la evidente muestra del embarazo de la menor que no se pudo ocultar más.

“Desde que iba a poner la denuncia, la agente del Ministerio Público, Nora Solís González, me ofrecía dinero, creo que porque uno de los chamaquillos es hijo de un trabajador de ahí”, dice la abuela de David.

La integración de la averiguación previa tardó nueve meses en lista para consignarse y ser turnada a la agencia del Ministerio Público adscrita al Juzgado Penal de Primera Instancia. El expediente quedó asentado con la clave LIHI 143/02 VII siendo enviado al Consejo Unitario de Menores el 14 de marzo de 2003 y a la agencia adscrita al día siguiente por el delito equiparado a la violación.

En la instancia encargada de atender los delitos de menores de 16 años, se recibió la copia de la consignación con los nombres de Enrique, José y Julio César, todos de 14 y 15 años.

La autoridad de la citada dependencia revisó el caso y determinó la presunta culpabilidad de los tres involucrados, solicitando la orden de presentación que es el equivalente a la orden de aprehensión en los adultos, el 29 de marzo del presente.

Tres días después, en el Juzgado Cuarto del Ramo Penal, se obsequia la orden y se turna a la Policía Ministerial para su ejecución. El 23 de mayo se logra la detención de José y a la semana siguiente la de Julio César.

En la agencia adscrita del Ministerio Público, el expediente estaba en el “olvido”, permitiendo la impunidad que pudo tardar más tiempo en ser descubierta.

Los motivos de la dilación de la justicia pueden ser varios, de ellos dos son indirectos: la ineficacia y la ineptitud, un tercero es directo: la complicidad.

La explicación que daba la secretaria de la agencia adscrita sobre los motivos de la “desaparición” del expediente enunciaba el burocratismo.

La secretaria ilustró el problema: “El expediente se recibió a mediados de marzo, nosotros llegamos a principios de abril, no sé por qué no registraron el caso en el libro de procesos”.

Cuando el agente investigador del Ministerio Público entregó la consignación al encargado de la persecución del delito, estaba al frente de la agencia Óscar Mejía, con el cambio de abril, él se fue a la adscrita al Juzgado Tercero y quedó en su lugar Laura Marina García.

Entrevistada vía telefónica al regreso de sus vacaciones, el 28 de julio del presente, la licenciada García dijo que el trabajo en la oficina se ha acumulado y el problema se agrava con el retiro de un secretario abogado.

También señaló que el caso de Maribel no es el único rezagado, que el inconveniente estuvo en el cambio de personal de las agencias, descartó cualquier interés por “guardar” el expediente y se comprometió a consignarlo en el próximo turno.

Ignorancia de la Ley

La madre de Maribel sólo llevó una vez a su hija a una audiencia en el Consejo Unitario de Menores, ahí declaró sobre los hechos mientras que los jovencitos involucrados daban su versión, después de ese día, no volvió a ser requerida por la autoridad.

Recargada en la pared del reducido pasillo de su pequeña casa, doña Olga dice que un abogado le contó que habían detenido a dos niños, pero que estaban tratando de salir. Sobre los otros tres mayores de 16 años, no sabía nada.

La complejidad del caso orilla a la señora a ser más celosa en la defensa de su hija. Maribel recibe apoyo psicológico, su doctora dice que el poco avance en su tratamiento se debe al silencio.

Doña Olga duda en seguir siendo amiga del silencio, ese silencio que si bien calla la boca de mucha gente, también permite que la mitad de los presuntos agresores de su hija permanezcan tranquilos al saber que el expediente ni siquiera tiene un número de proceso y no ha llegado a ningún juzgado penal.

Madurez obligada

Hay que agregar la confrontación con la Ley, misma que aplicada al pie de la letra, dice que después los 12 años de edad, cualquier niño o niña, tiene la capacidad para comprender la naturaleza de la relación sexual y puede oponer resistencia.

El Código Penal del Estado de Coahuila, en su artículo 386 fracción segunda, dice que el delito equiparado a la violación ocurre con personas menores de 12 años.

Hipotéticamente, la Ley indicaría que Maribel no tenía la capacidad para decidir sobre su cuerpo, de tal forma, los seis involucrados pueden ser acusados de un delito denominado equiparado a la violación, la diferencia puede estar en 120 días.

La joven madre del pequeño David aún no tiene la madurez ni la razón para entender su situación a fondo, con ayuda de especialistas trata de sobreponerse a la huella que deja el abuso sexual, su madre no puede evitar las lágrimas al tocar el tema, la angustia siempre la acompaña.

NOTA

Los nombres de los personajes de esta historia fueron cambiados para garantizar su privacidad (sólo aplica en los funcionarios públicos). Sin embargo, los hechos son reales, no se pueden ocultar y al final, doña Olga tiene un mensaje: “No les quiten el ojo de encima a sus hijos”.

Valores

Vivimos en una sociedad decadente en valores. “Hay que volver atrás, reflexionar, hacer la jerarquía de principios. Hoy la gente honrada pasa por tonta, esos son focos rojos que se encienden para todos, estamos en crisis”, opina Alejandro López Hernández, abogado penalista y catedrático de la Universidad Iberoamericana.

El caso de Maribel es una muestra extraordinaria de la problemática social. “Aquí la responsabilidad del acto es compartida, tanto de la víctima como del victimario. ¿Dónde estaban los papás de estos niños?, dice López Hernández.

Para ampliar su punto de vista, el catedrático se remonta al concepto del estructural funcionalismo y dibuja una serie de engranes en una hoja.

“Mire usted, amigo mío, no hay que olvidar que la persona se desenvuelve en el círculo de la familia, la educación, la religión, la economía, la sociedad, el Estado, la justicia y de muchos más”.

Según el catedrático Alejandro López, otro problema es, en este caso, que la víctima lo es también de las autoridades. “En la práctica, parece que entre las agencias del Ministerio Público y las adscritas existe un divorcio, mismo que se distancia de la obligación del Estado”.

La Ley señala que las personas merecen pronta respuesta en los casos donde el bien jurídico tutelado sufra un atentado. El caso de Maribel, es la clara muestra que la división administrativa abre la puerta al burocratismo.

PARA EVITAR EL ABUSO SEXUAL

Lo más importante es informar a los niños y niñas sobre la existencia de abusos sexuales por personas familiares y conocidas, no solamente de los que son cometidos por personas desconocidas.

* También pueden abusar personas cercanas a la familia, amigos, vecinos. El 85 por ciento de los abusos se producen por personas conocidas.

* Hablar con las niñas y niños de la existencia de abusos sexuales y de cómo se producen.

* Enseñarles que tienen derecho a la privacidad de su cuerpo. Nadie debe tocarlo o mirarlo de una forma desagradable y pueden negarse.

* Si alguien les mira o toca en una forma que no les gusta, deben contarlo enseguida. Deben saber que pueden confiar en sus padres.

* Explicarles las formas en que los agresores tratan de intimidar para que guarden el abuso en secreto. Enseñarles que nunca deben guardar este tipo de secretos aunque se lo pidan o les amenacen.

FUENTE: psicologiapopular.com

DETALLES

El 85 por ciento de las violaciones no son denunciadas a las autoridades. En Estados Unidos se denuncia una violación cada seis o siete minutos.

* Las personas que son objeto de alguna forma de discriminación (incluso la discriminación racial) son consideradas como de mayor riesgo para los ataques sexuales.

* Esto se puede atribuir a un aumento de la vulnerabilidad que obedece a una menor capacidad de pedir ayuda (por ejemplo, las personas con discapacidad o limitación del lenguaje), una disminución de la credibilidad “percibida” (prostitutas o prisioneros convictos) y cualquier mujer cuyo “hombre protector” no existe, tenga menos poder social o no esté a la vista.

1 de cada 3

mujeres estadounidenses serán asaltadas sexualmente en algún momento de sus vidas, según las tendencias actuales.

16 a 24

años de edad y del sexo femenino, es la víctima típica de la violación; sin embargo, cualquiera, hombre o mujer, adulto o niño, puede ser víctima de una violación.

En más de 1 de cada 3 ocasiones el alcohol está involucrado.

Más del 50 por ciento de las violaciones suceden en el hogar de la víctima cuando el violador irrumpe en la casa o logra entrar con falsos pretextos (como pedir el teléfono o haciéndose pasar por el hombre de mantenimiento o un vendedor).

Leer más de Reportajes

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Reportajes

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 43834

elsiglo.mx