16/abril/2003
CAMPO DE AS SAYLIYA, Qatar (Reuters) - Las tropas norteamericanas mataron a por lo menos siete manifestantes iraquíes en Mosul, cuando una protesta en la ciudad del norte de Iraq se tornó violenta, informó un oficial estadounidense.
La manifestación del martes fuera de un edificio gubernamental que los norteamericanos ocuparon en el centro de la ciudad se tornó mortífera cuando algunos manifestantes comenzaron a disparar al aire y las fuerzas estadounidenses hicieron disparos de advertencia.
El general de brigada Vincent Brooks dijo a los periodistas en el Comando Central estadounidense en Qatar que "el fuego iba dirigido directamente a los marines y las fuerzas de operaciones especiales en este complejo".
"Era fuego intencionado y el fuego intencionado fue respondido contra algunos de los manifestantes, contra algunos de los agitadores que treparon el muro del complejo. Eran disparos letales", agregó.
Brooks dijo que al menos siete personas murieron y un número indeterminado resultó herido.
La tercera ciudad más importante de Iraq, ubicada unos 390 kilómetros al norte de Bagdad, ha estado plagada de saqueos y violencia desde que el ejército iraquí la cedió sin ofrecer resistencia el viernes pasado.
Un prominente líder iraquí de la ciudad respaldado por los kurdos acusó a las fuerzas norteamericanas de crear tensiones al izar la bandera de Estados Unidos.
En una entrevista con la cadena de televisión árabe Al Jazeera, Mashaan al-Juburi, dijo que el problema surgió durante una protesta antiestadounidense.
"Yo estaba en medio de los manifestantes. Traté de calmarlos", dijo. "Cuando la gente vio a las fuerzas estadounidenses entrar en el edificio (del gobernador) e izar la bandera estadounidense, se puso furiosa y comenzó a apedrear a las fuerzas estadounidenses".
Brooks dijo que los manifestantes lanzaron piedras y escupieron a los soldados, además de quemar un vehículo civil.
Pocas horas después de que cayó ante las fuerzas estadounidenses y kurdas el viernes, la ciudad, que es foco de rivalidad histórica entre árabes y kurdos, se sumergió en la anarquía cuando una ola de saqueadores arrasó los edificios públicos y las tiendas.