EFE
NUEVA YORK, EU.- El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que aporte los tres mil millones de dólares que se necesitarán en el 2004 para afrontar las crisis humanitarias en unos 21 países.
Las Naciones Unidas manejan anualmente un presupuesto de unos diez mil millones de dólares para sus tareas humanitarias, si bien una parte debe ser aportada por los países donantes, en esta ocasión tres mil millones.
Este llamamiento se produce apenas unas semanas después de que se celebrara la Conferencia de Donantes de Iraq, un evento celebrado en Madrid en el que se captó buena parte de los fondos que se requerían para la reconstrucción del país.
“Si fuimos capaces de recolectar cerca de dos mil millones de dólares sólo para Iraq, seguramente podremos captar los tres millones que necesitamos para el resto del mundo, dijo Annan.
“Cuarenta y cinco millones de personas necesitan urgentemente asistencia sanitaria. Están tratando de sobrevivir a guerras, conflictos y desastres naturales”, dijo el secretario general en su tradicional campaña anual de captación de fondos.
“Nadie debería morir por la falta de alimentos y medicinas que están disponibles, en exceso, en otras partes”, añadió Annan, quien destacó el hecho de que la mayor parte de los países necesitados son africanos.
Las crisis que se han incluido en este llamamiento son las que afectan a Angola, Burundi, Chechenia, Costa de Marfil, Corea del Norte, Congo, Eritrea, Grandes Lagos, Guinea, Liberia, Palestina, Sierra Leona, Somalia, Sudán, Tajikistán, Tanzania, Uganda, y Zimbawe, además de varios países ubicados en la conflictiva zona de África Occidental y Central.
Annan destacó en su discurso que uno de los problemas que tiene las Naciones Unidas, además de lograr el apoyo de los países donantes, es conseguir que este compromiso se materialice a tiempo.
De hecho, en estos momentos, las agencias humanitarias sólo han recibido un 66 por ciento de la financiación que necesitan para el 2003, lo que pone en dificultades el desarrollo de sus programas.
Sin embargo, este porcentaje es “engañoso”, dijo Annan, pues mientras el dinero de los donantes destinado a Iraq ha sido desembolsado en un 91 por ciento, el de Burundi, por contra, sólo está depositado en un 28 por ciento, o el de Liberia en un 24 por ciento.
El administrador del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), March Malloch Brown, quien también participó en el llamamiento, quiso dejar claro que la cantidad solicitada es “muy modesta” si se la compara con las necesidades mundiales de los países subdesarrollados.
De hecho, explicó, se beneficiará menos del uno por ciento de la población mundial, por lo que la ayuda está muy concentrada en las personas que atraviesan una situación más extrema.
El objeto de pedir una cantidad modesta, según dijo Malloch, es lograr que “se financie en su totalidad y de una manera equitativa”.
Además, la ONU no pretende dar a estos países una “ayuda de bienestar permanente”, sino atenuar sus necesidades humanitarias más acuciantes y, poco a poco, sustituir esta asistencia por ayuda al desarrollo.
“No estamos pidiendo un cheque de ayuda permanente, sino colaboración para crear un marco estratégico que permita a los países pasar del socorro a la reconstrucción”, dijo.
En este mismo sentido, el presidente del Consejo de Seguridad, el embajador de Angola Ismael Abraao Gaspar, afirmó que la “inversión de los donantes, no solo ayudará a salvar vidas, sino también a convertir estos países en autosuficientes”.
En caso contrario, dijo, el sufrimiento que vive la población en estos conflictos se verá empeorado por la negación de la ayuda humanitaria y sus consecuencias.
El año pasado, la ONU hizo un llamamiento para el 2003 de un importe idéntico, tres millones de dólares, si bien en este caso iba dirigido a una población mayor, 50 millones de personas.