Murcia (España), (EFE).- La española Francisca González fue condenada a cuarenta años de cárcel por el asesinato de dos de sus hijos, de cuatro y seis años de edad, en un suceso que conmocionó el año pasado a la opinión pública de España.
La parricida, que fue juzgada por un jurado popular en la ciudad mediterránea de Murcia, fue condenada por la jueza a dos penas de 20 años de prisión cada una de ellas por sendos delitos de asesinato con la agravante de parentesco.
La acusada fue hallada culpable de los dos crímenes por el jurado popular en un veredicto y la sentencia fue dada a conocer por la magistrada-presidente del jurado, María Jover.
También deberá indemnizar a su esposo con 200.000 euros (228.000 dólares) y al hijo mayor del matrimonio con 40.000 euros (45.600 dólares).
La sentencia condena asimismo a González a hacer frente a las costas judiciales, incluidas la de la acusación particular, que fue ejercida, en nombre del esposo, por el letrado Evaristo Llanos.
La magistrada-presidente indicó tras la lectura del fallo que Francisca González conoció la sentencia en prisión, y añadió que a partir de ahora se abre un plazo de diez días para poder recurrirla ante el Tribunal Superior de Justicia de Murcia.
La sentencia da por probado, de acuerdo con el veredicto popular, que esta mujer asesinó en la noche del 18 de enero de 2002 a sus hijos menores, a los que estranguló asfixiándolos con el cordón del cargador de un teléfono móvil.
También indica que aunque Francisca González sentía celos por las infidelidades de su marido y que en la noche del doble crimen consumió cocaína, ello no afectó a su "conciencia y voluntad".
La sentencia recoge asimismo lo declarado por los peritos, varios psiquiatras y psicólogos, quienes a lo largo del juicio informaron de que la procesada "sabe distinguir entre el bien y el mal y es responsable de sus actos".
Francisca González sólo cumplirá 25 de los 40 años de prisión que le han sido impuestos en aplicación del límite previsto en el Código Penal español.