Gómez Palacio, Dgo.- La mala suerte y la falta de oportunidades persiguen a la familia Castrejón Castillo. Ahora la lluvia se encargó de afectar su jacal de cartón y madera en la colonia Las Flores. “Cuando pase el agua voy a ver como le hago para levantar un cuartito”, dice don Jorge mientras descansa en un catre dentro del gimnasio municipal, donde su familia pasó la noche.
Don Jorge tiene 61 años, lleva un año desempleado, su enfermedad y su edad son obstáculos en la búsqueda de trabajo, “ahorita ando buscándole de velador”. En el albergue también están su esposa Concepción de 40 años y sus tres hijos de 14, nueve y siete años.
El caso de la familia Castrejón, es uno de los 30 albergados más que acudieron al gimnasio municipal orillados por la inundación en colonias como la Leticia Herrera, y Las Flores, ubicada más allá del ejido Filadelfia.
Vestida con pantalón azul y blusa del mismo tono con manga larga, la señora Concepción se angustia, tampoco tiene trabajo, dice que fue al DIF para ver si la empleaban, “cuando mi marido no trabaja yo traigo el dinero, la última vez trabaje de limpieza en la feria”.
El jefe de la familia comenta que los problemas en su jacal se presentaron desde la madrugada del domingo, el cartón y la madrea son fáciles de vencer, los hules se hunden y resultan insuficientes, el acceso a pie es riesgoso, el lodo forma grandes pantanos que hacen trastabillar hasta el más prudente.
“Como a las dos de la tarde de ayer (domingo 21) tuvimos que dejar la casa, subía a mi esposa y mis hijos a una patrulla y apenas hoy vine a darles una vuelta”, dice don Jorge.
A pesar de sus dificultades, la mujer y sus tres hijos se encuentran bien en el albergue, hay techo, cama, comida y agua caliente, la señora Concepción dice que es probable que se queden hasta la mañana del martes, “ojalá y ya se calme el agua”.
La situación económica de los Castrejón Castillo no es favorable, hace un año invirtieron sus ahorros en un “changarro”; “era una tiendita de abarrotes, pero por la colonia no hay mucha gente, casi nadie compraba y al final nos acabamos el negocio”, comenta el jefe de la familia.
Para sobrevivir, don Jorge vende algunas pertenencias, “Ya vendimos la tele, pero para levantar el jacal vamos a necesitar más dinero”. Después de abandonar su casa, don Jorge regresó al jacal para pasar la noche. “Me estaba mojando, pero alguien tenía que cuidar los muebles”.
Cuando termine el temporal la familia regresará al terreno de seis por 17 metros de superficie, donde tenían edificado su jacal en un área de cinco por cuatro metros. “Vamos a necesitar madera, cartón y clavos” señala preocupado don Jorge.
Para reconstruir su casa dice que debe gastar 600 pesos, cantidad que les resulta imposible reunir, mientras tanto esperan recibir algún apoyo del Ayuntamiento, “Nomás queremos trabajo para salir adelante”, dice por último la señora Concepción.
Estancados
La pertinaz lluvia registrada desde la noche del sábado 20 de septiembre, causó inundaciones en varios sectores habitacionales.
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FUENTE: Bomberos