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Sólo promesas en el Ejido Graseros

Por Ma. Teresa Cerra Chavarría

Cd. Lerdo, Dgo.- A más de treinta años de expropiación de los terrenos del ejido Graseros para la construcción de la presa Francisco Zarco, el conflicto persiste ante la falta de indemnización a sus beneficiarios. Existen dudas e inquietudes entre los ejidatarios quienes actualmente mantienen las negociaciones con las autoridades federales y estatales.

Promesas de liquidación han ido y venido por años al igual que los funcionarios públicos de los tres niveles de gobierno.

Sin dar una respuesta favorable a los originales “Primordiales”, a quienes despojaron de sus tierras y reubicaron en predios cercanos, fallecieron con la esperanza de recuperar algo para sus familias.

En la actualidad solamente vive uno de ellos, Julián Ramos, de casi 100 años de edad, todavía lúcido y trabajador fabrica escobas en su humilde vivienda.

Son alrededor de mil habitantes, todos ellos radican en el poblado llamado Nuevo Graseros, Durango, localizado unos kilómetros abajo del camino a la presa Francisco Zarco.

Únicamente cuentan con la entrada principal pavimentada y el resto es de tierra, la falta de servicios públicos es evidente, pues en todo el ejido se carece de drenaje.

El agua potable es una de las necesidades más apremiantes, la red instalada desde su reubicación hace treinta años, era de asbesto y ahora no queda casi nada, sufren de taponamientos constantes y tienen mucho desperdicio por falta de tubería adecuada.

Durante el día y la noche surten el vital líquido por sectores para que todos cuenten aunque sea con la necesaria para vivir y sus necesidades principales.

Tienen una noria para abastecer a todo el pueblo, pero en temporada de calor resulta insuficiente, de ahí que piensen en contar con otro pozo.

Los ejidatarios esperan ansiosos una respuesta del Gobierno del Estado para el cambio de la red, lo cual forma parte de la indemnización que les corresponde. Hace algunos meses tomaron medidas y realizaron estudios para la factibilidad de esta obra, pero desconocen el resultado y las probables fechas de inicio.

Viviendas en pésimas condiciones

La falta de trabajo y recursos son las principales causas por las que los ejidatarios de Graseros no han mejorado las condiciones de sus viviendas. La mayoría de ellos tuvieron que emigrar a las ciudades o irse al vecino país en busca de mejores oportunidades de sobrevivencia.

Luego de que fueron reubicados a estas tierras, el paso de los años acabó con sus pobres casas las cuales todavía se mantienen en pie, sin embargo requieren de lo más elemental para vivir dignamente.

Con todo esto han buscado por años que parte de la liquidación de sus tierras les sea entregada con especie en material de construcción, pero hasta ahora no hay avances, la gente no ha recibido nada.

El ex jefe de cuartel, Jacinto Ramos, comentó que existe el compromiso del Gobierno del Estado en apoyarlos para que puedan mejorar sus fincas, dijeron que apoyarían con 11 mil pesos a cada uno de los 130 ejidatarios, sin embargo no hay nada claro y por eso ellos piden compromisos y sobre todo fechas que se cumplan.

Sin fuentes de empleo

Para los habitantes de esta comunidad la falta de oportunidades de empleo los orilla a emigrar o irse a las dos únicas alternativas de trabajo que tienen: el campo y la pesca. La mayoría de los hombres mayores, porque los jóvenes se van, están dedicados a la siembra de frijol, maíz y sorgo escobero.

El comisariado, Isidro Limones Gallegos, reconoció que aunque cuentan con unas 200 hectáreas no todos siembran por falta de recursos y sobre todo agua. A pesar de tener sus parcelas a unos metros de la presa Francisco Zarco, solamente tienen agua tres meses del año, el resto nada.

Durante mucho tiempo han solicitado agua en invierno para el establecimiento de trigo o chícharo, pero no se las han dado.

“Los más beneficiados son los de Juan E. García hasta El Refugio, hay estiaje pero no los beneficia a ellos que son los más cercanos, además la Comisión Nacional del Agua les dice que el cárcamo utilizado para subir el agua hasta sus predios es demasiado cara y no les proporciona más”, añadió.

En cuanto a la actividad a que se dedican, existe una cooperativa de 38 pescadores, la cual representa la fuente de trabajo más importante de la zona. Muchas de las familias subsisten de esta actividad –dijo Jacinto Ramos- hay temporada baja y alta, pero en general les va bien.

Proyecto ecoturístico

Desde hace dos años los habitantes de Graseros con el apoyo de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), realizaron un proyecto ecoturístico para los visitantes de la presa Francisco Zarco.

Comenzaron con el cobro de una cuota de 35 pesos por vehículo a la orilla del camino, actualmente llevan reunidos 40 mil pesos, con lo cual empezarán la construcción de baños y servicios, sombras y palapas.

“Todo esto, incluso unas cabañas, sería construido a lo largo del río, eso sería atractivo y llevaría más gente a la presa”, dijo el comisariado Isidro Limones.

El Gobierno del Estado acordó apoyarlos con esta petición, pero hasta el 2004, por ahora no hay nada concreto aún.

Este proyecto al igual que otras de las necesidades de los habitantes de Graseros, avanza a pasos lentos, los ejidatarios quieren y exigen soluciones después de treinta años.

Puntos a definir

Aunque algunos de los

ejidatarios de Graseros

consideran que ahora sí

será realidad la indemnización de sus predios después

de 30 años, todavía faltan puntos por definir de parte

de las autoridades estatales

y federales.

* El Gobierno del Estado acordó entregar cinco tractores, todavía falta uno.

* Nivelar 240 hectáreas de los ejidatarios,

todavía faltan 40.

* Realizaron estudios para la red de agua potable, no hay

avances ni respuestas.

* Planean introducir el drenaje, pero no han concretado nada.

* El proyecto ecoturístico por millón y medio será hasta el 2004 y eso genera dudas.

* Acordaron entregar material de

construcción y no

se ha dado.

* El próximo jueves

levantarán las firmas originales de los

beneficiarios para

la liberación del

fideicomiso (Fifonafe) aunque hay

incertidumbre

en algunos ejidatarios.

FUENTE: Ejidatarios de Nuevo Graseros, Dgo.

Vive de la pesca

Lázaro Salazar Mancha vive de la pesca en la presa Francisco Zarco, actividad que realiza desde hace más de 30 años y con la cual sostiene a su familia.

“Hay tiempos buenos y malos, influye mucho la veda pero la respetan, precisamente ahora está en reproducción la lobina negra y dura aproximadamente dos meses y medio”, dijo.

Las temporadas difíciles son en invierno, cuando mucho consiguen diez kilos de pescado, en cambio en el calor llegan a juntar hasta 50 ó 60 kilos que se venden bien.

Sin embargo mencionó que falta vigilancia de las autoridades de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales para hacer respetar la veda, ya que llegan pescadores de caña y se llevan incluso la lobina negra a pesar de su prohibición.

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