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?Sólo quiero saber de él? /Lagunero ofrece su valor al ejército de EU

Por Luis Guillermo Hernández Aranda

Gómez Palacio, Dgo.- El 31 de diciembre la señora Rebeca Gómez tenía muchos motivos para estar feliz. Además de recibir el 2003 también celebraba su cumpleaños, pero sobre todo, su hijo Alfonso había viajado de los Estados Unidos para estar presente en la reunión familiar.

Esa noche las cosas cambiarían. Alfonso recibió un comunicado donde se le informaba que debería reportarse en su base militar, había sido comisionado para viajar a Kuwait, país donde está desde el 23 de enero. A partir de ese día la señora Rebeca eleva sus oraciones para que Dios cuide a su hijo de 20 años. Antes de irse él le prometió que volvería con bien del frente de batalla.

Alfonso no es el único lagunero en el frente, Óscar Aarón Hernández también participa en la guerra.

En 1992 la señora Gómez decidió abandonar la Comarca Lagunera para buscar una nueva vida en los Estados Unidos. En aquel país Alfonso continúo con sus estudios, hasta entonces había cursado el quinto de primaria en la Amado Nervo. Al terminar la preparatoria el joven, santista de corazón, decidió ingresar a la armada.

¿Cómo era Alfonso de niño?

-Era muy travieso. De hecho ahora que estuvo aquí en diciembre jugaba luchitas con su hermano Dan. Yo le decía que no fuera aprovechado porque él estaba preparado, entonces tomaba una escoba y trataba de separarlos, yo también jugando.

Al recordar esos días la señora Rebeca no puede evitar que las lágrimas amenacen con aparecer en sus ojos, hace una breve pausa y continúa hablando de su hijo.

-Siempre se ha llevado muy bien con toda la gente, es un muchacho muy bueno.

Imagino lo difícil que es en estos momentos de guerra tratar de apoyar la carrera de su hijo.

-Es bien difícil como madre apoyar una decisión así. Dan también va a ingresar al ejército de Estados Unidos, él recientemente cumplió los 18 años. Es muy difícil pero mis hijos saben que siempre los voy a apoyar.

Cuando Alfonso me dijo que quería estar en el ejército él trató de consolarme diciéndome que nunca iba haber una guerra, pero después del atentado a las Torres Gemelas las cosas cambiaron mucho. Dan está más consciente de su decisión, pero no quiere cambiarla... la señora ya no puede contener el llanto, pide a su hermano Antonio un pañuelo.

La entrevista se desarrolla en la oficina de la Iglesia Bautista Bíblica de la Gracia de esta ciudad. Desde la partida de Alfonso la comunidad eleva oraciones para que Dios lo proteja, en este lugar la señora Rebeca dice encontrar la fortaleza espiritual necesaria para seguir adelante.

-Dan ya decidió lo mismo y ni modo, hay que apoyarlo. Él cumple 18 años el dos de junio y el día seis ya va estar dentro a la armada.

¿A pesar de la situación que se está viviendo Dan sigue firme en su idea?

-Sí, él ya está listo.

Tan sólo un deseo

Alfonso está en el Séptimo Regimiento del Batallón de Marinos. El pasado martes por la noche Estados Unidos realizó su primer ataque contra Iraq. La angustia de la señora Rebeca apareció mucho tiempo atrás.

-Para la familia todo esto es muy difícil. Mi mamá está enferma, ella tiene 80 años, lo que tiene son nervios. Ella es muy nerviosa, le dio una gripe que parecía alguna enfermedad más grave. El martes por la noche mi hermano y yo estuvimos pendientes de las noticias en la televisión. Ahora que empezó la guerra esperamos que nadie muera pero yo sólo tengo en la mente a mi hijo. Es muy difícil para mí, créame que cada momento que pasa, cada hora se va haciendo más difícil porque no sé nada de mi hijo.

La señora Rebeca además de Alfonso y Dan tiene dos hijas. Priscila de 21 años y Alejandra de apenas cinco.

Antes de irse Alfonso le dijo que nunca habría guerra, ¿cree usted que se haya arrepentido de su decisión?

-En diciembre pasado estuvimos juntos, el 31 de diciembre es el día de mi cumpleaños y ese día fue cuando le dijeron a Poncho que se lo llevaban a Kuwait. A mí Poncho nunca me ha dicho que se arrepiente, antes de irse me dijo:

?Sabe qué mamá, le voy a echar ganas y voy a regresar?

Poncho no se ha arrepentido, al contrario le da gracias a Dios por poder pertenecer al ejército de Estados Unidos.

La familia de Alfonso tiene pensado -cuando él se retire del ejército- regresar a Torreón. Ciudad de la que el joven se siente muy orgulloso.

La señora Rebeca busca en una carpeta un recorte de periódico y lo muestra al reportero, es el St. Louis Post donde el jueves 13 de febrero se publicó un reportaje sobre todos los extranjeros que pertenecen a la armada de Estados Unidos y estaban en Kuwait preparándose para la guerra.

En la página sobresale una frase que dice:

?I wanted to help out the nation. They let me stay here, and I wanted to help them out?, Alfonso Sifuentes, Torreón, México.

-Mis hijos son Santistas de corazón. Ellos ven todos los juegos en Estados Unidos. El Poncho ya no se pone la camiseta pero es su equipo.

¿Tiene algún contacto

con Alfonso?

-No podemos tener contacto con él. Le escribió la semana pasada a mi esposo que está en Estados Unidos, mañana llega aquí a Gómez. En ese mail mi hijo le pide que me diga que está bien, que nos quiere mucho, quiere mucho a sus hermanos, a su... nuevamente las lágrimas. La señora vuelve a pedir un pañuelo, se disculpa y sigue la plática.

-Dice que nos quiere mucho, que quiere mucho a su mamá y que todo va a salir bien. Mi hijo me pide que no me preocupe, que todo va a salir bien.

¿Y cómo saben de él?

-Tenemos una número 1-800 donde nos informan de Alfonso, pero no podemos hablar con él. Además las cartas se tardan mucho en llegar.

¿En estos días los recuerdos han ser más fuertes?

-De todos mis hijos Alfonso es el más apegado a mí. Poncho es una persona muy noble, su carácter es muy bonito. Eso fue lo que un día le pregunté: ¿cómo te vas a ir a pelear si no matas ni una mosca? Poncho era una persona que cuidaba al niño enfermo, al desprotegido. Mi hijo era muy flaco pero desde que ingresó al ejército cambió, desarrolló musculatura y así grandote como está en diciembre que vino me pedía que le hiciera ?piojito?. Dan se burlaba de él.

La señora Rebeca recuerda la promesa de volver vivo por parte de Alfonso.

-Él me lo prometió, me dijo que si moría únicamente se iba adelantar en el viaje. Estaríamos juntos en el cielo.

Usted es una persona muy creyente, si en este momento Dios le concediera algún deseo ¿qué le pediría?

Únicamente saber de él.

Las armas

de la potencia

Algunos de los principales elementos que entrarán

en juego por parte de Estados Unidos en la guerra:

MISIL CRUCERO TOMAHAWK:

Misil a propulsión de largo alcance, lanzado desde barcos de la Armada o submarinos.

Fue usado por primera vez en la Guerra del Golfo Pérsico de 1991, y en otros conflictos incluyendo el ataque contra los campamentos de Osama bin Laden en Afganistán en 1998.

Precio: 600,000 dólares

Alcance: 1,609 kilómetros

Velocidad: 885 kph

Ojiva: La convencional es de 453 kilos,

con 166 bombillas de unos 1.36 kilos

cada una. Puede llevar también una ojiva nuclear de 134 kilos

Desplegado: 1986

F-117 NIGHTHAWK: El caza sigiloso de la Fuerza Aérea. De ángulo irregular y de dos turbinas, cubierto de un material negro capaz de absorber las señales de radar en vez de reflejarlas. Atacó blancos importantes en Bagdad en la Guerra del Golfo Pérsico de 1991 y ninguno fue derribado.

Extensión: 20 metros

Precio: 45 millones de dólares

Alcance: Ilimitado si es reabastecido

en el aire

Tripulación: Una persona

Velocidad: Alta subsónica

Desplegado: 1982

FUENTE: AP

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