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México, DF.- El titular de la Procuraduría Agraria, Isaías Rivera Rodríguez, afirmó que la atención a la problemática de ese sector es prioritaria para el gobierno actual y por eso se trabaja con atención especial en 14 “focos rojos”, de 422 conflictos por la tenencia de la tierra que existen en el país.
Hay avances en la atención a los problemas con los grupos de trabajo específicos para atender casos en Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Sonora, Jalisco, San Luis Potosí, y el primer resultado tangible es la cercana solución del caso de Bernalejo de la Sierra entre Zacatecas y Durango, sostuvo el funcionario en entrevista.
“En el país existen casi 30 mil núcleos agrarios -de ejidos y comunidades- pero si hablamos de 422 conflictos se concluiría que en la gran mayoría no hay problemas, es decir el porcentaje es mínimo”, dijo aunque reconoció que con uno grave que exista, con personas heridas o muertas, se opacan las acciones gubernamentales.
Tras rechazar que el Estado haya sido rebasado por la problemática agraria expuso que ésta es importante pero no es incendiaria, inmanejable, ni pone en riesgo la estabilidad del país.
Explicó que los 422 son conflictos se generaron desde hace décadas y tienen qué ver con actuaciones incorrectas de autoridades agrarias, errores técnicos en el reparto de tierra, en la ejecución de decretos presidenciales, y con otros factores religiosos, culturales y políticos.
La mayoría tiene presencia indígena y eso implica involucrar usos y costumbres, además de títulos virreinales que devienen de la época de la Colonia, lo que provoca a veces que no se trate sólo de la estricta aplicación del Derecho y de ahí su complejidad.
Una cosa son los conflictos agrarios de carácter individual y otra los que involucran derechos agrarios colectivos. Se reconocen de trascendencia 422 en el país que pueden aumentar o disminuir, y que son el hilo de la madeja de 14 “focos rojos” que requieren una pronta, urgente y permanente conciliación, precisó.
Aunque este no es un trabajo de la administración actual sino de años, detalló, la aspiración del gobierno es solucionar los 14 más candentes, en los cuales incluso se han registrado enfrentamientos.
Indicó sin embargo que se requieren también recursos económicos porque es difícil resolverlos sólo con el convencimiento de las partes.
Por otro lado Isaías Rivera señaló que aunque las reformas al Artículo 127 constitucional aprobadas en 1992 no han fracasado tampoco han detonado ni alcanzado los resultados que se esperaban para promover el desarrollo del campo mexicano.
Lo anterior debido a la crisis económica del país apenas tres años después de que entraron en vigor y a la difícil situación posterior; en su opinión, dicho precepto constitucional debe ser actualizado para que los objetivos iniciales sean alcanzados.
“La estructura jurídica de la reforma está bien pero la legislación se quedó corta; debe ser perfectible, avanzar y establecer nuevos medios que permitan la capitalización del campo”, comentó el procurador agrario.
Además del factor económico, que ha propiciado poca inversión en el medio rural, se requieren también ciertas estructuras, sobre todo crédito; en muchos casos los propietarios han preferido recurrir al “rentismo” de sus tierras, incluidas transnacionales, para hacerlas producir.
Otro aspecto es que los propietarios se han visto en la necesidad de vender para desarrollo urbano, aunque en ese sentido el funcionario negó que se trate de una venta indiscriminada a inmobiliarias a precios relativamente bajos.
Mencionó que más bien la presencia de ese tipo de empresas es en superficies, ejidales y comunales, de zonas urbanas o áreas de desarrollo industrial o turístico.
“En muchas ocasiones se ve la presencia de desarrolladores y se identifica como compra de tierras, pero se trata en un buen número de casos de renta porque para que un empresario compre tierras necesita certeza jurídica y no van a la aventura”, advirtió.
Se habla de y existe una cantidad importante de contratos que no se inscriben en Registro Agrario Nacional, por lo que no son oficiales pero en la práctica se dan.
Agregó que el campo mexicano empieza a registrar el fenómeno de la ancianización y feminización, ya que la mayoría de los jóvenes prefiere emigrar a grandes ciudades o de indocumentados ante la imposibilidad de trabajar sus tierras por falta de recursos.