FILADELFIA, PENSILVANIA.- Ni el frío pudo y Bucaneros de Tampa Bay echó abajo ese mito de no ganar en temperaturas bajo cero y ayer, en su mejor nivel, borró 27-10 a Águilas de Filadelfia para alzar su primer título de la NFC y lograr su inédita presencia en un Súper Tazón de la NFL.
Tal como lo había dicho el coach Jon Gruden en la semana, eso de no ganar en clima gélido eran cosas intrascendentes, y este domingo lo demostró. Supo cómo guiar a sus "Bucs" hasta donde nadie antes lo había llevado, a disputar el trofeo Vince Lombardi que corona al campeón de la Liga Nacional de Futbol Americano (NFL).
En las ejecuciones, Brad Johnson estuvo tan efectivo como durante toda la campaña y terminó con 259 yardas en 20 de 33 pases, con un touchdown y una intercepción.
Joe Jurevicius, por su parte, sólo tuvo una recepción de 71 yardas, pero ésta resultó tan clave que de ella se desprendió la anotación que le dio a Tampa la delantera que ya jamás perdió.
Mike Alstott corrió para 25 yardas en 17 acarreos, incluido uno a las diagonales, pero la defensa también hizo lo que desde hace mucho y muy bien: contener. Simeon Rice y Ellis Wyms recuperaron fumbles de Donovan McNabb y Ronde Barber le interceptó un pase hasta touchdown, fincando así la otra parte de la victoria.
McNabb y Filadelfia, por el contrario, no pudieron hacer algo para evitar la eliminación y lucieron como si ellos fueran los incapaces de funcionar en el frío. El mariscal sumó 243 yardas en 26 de 49 pases, con uno interceptado.
Duce Staley corrió para 58 yardas en 15 acarreos, uno de ellos para anotación, mientras Antonio Freeman se quedó en 66 tras cinco recepciones. La usualmente temida defensa verde se fue sin capturas y apenas logró una intercepción.
Al principio todo lucía favorable, con una aparente víctima a modo para llegar al juego grande, pero al correr el tiempo, el panorama se tornó tan opuesto que sus aficionados los abandonaron antes de culminar el partido.
Motivados por estar en su campo, al que le dijeron adiós ayer, los "volátiles" se pusieron en ventaja 7-0, aprovechando un gran regreso de kick off a cargo de Brian Mitchell, que los dejó en la yarda 20 rival, desde donde Duce Staley se escapó hasta las diagonales; el extra fue de David Akers.
Sin temerle a los ocho grados bajo cero, los floridenses sacaron puntos de su primera serie, merced a un gol de campo del argentino Martín Gramática, de 48 yardas que puso el 3-7.
Parecía que la localía de Filadelfia se imponía, pues Brad Johnson resultó interceptado por Bobby Taylor, pero la sólida defensiva de Tampa evitó cualquier daño y forzó el despeje.
Acorralados en su yarda cuatro, los pupilos de Jon Gruden no tuvieron más que ir al frente y retaron a los contrarios con algunas carreras para salir de la "trampa".
Sin embargo, la jugada clave fue una recepción de Joe Jurevicius que los dejó a cinco yardas del touchdown; Mike Alstott se encargó de provocar la voltereta 10-7 en escapada de cuatro yardas, con el primer extra de Gramática.
Ya en el segundo cuarto, Filadelfia fue obligado a despejar dos veces antes de conseguir el empate 10-10, gracias a un gol de campo de David Akers, de 27 yardas.
Sin embargo, los de la bahía armaron un ataque desde su yarda 20 que coronaron con una atrapada de ocho yardas de Keyshawn Johnson a pase de Brad Johnson, que les dio la sorpresiva ventaja de 17-10, a menos de tres minutos de irse al descanso.
Filadelfia intentó rehacerse y cuando comenzaba a lograrlo, Simeon Rice provocó y recuperó el primer fumble de Donovan McNabb que conjuró el peligro. Silenciando a todos en el Estadio de los Veteranos en el intermedio.
Al regresar de los vestuarios, el equipo de Andy Reid buscó salir del letargo ofensivo, tanto por tierra como por aire, pero a cambio de eso, McNabb perdió otro balón a causa de un manotazo de Ronde Barber que cubrió Ellis Wyms, aunque sin consecuencias.
Bajo la apariencia de que los locales eran los que padecían el álgido clima, Bucaneros se plantó hasta la zona de definición, desde donde el argentino Gramática pateó su segundo gol de campo de la tarde, éste de 27 yardas que amplió su ventaja a 20-10, ya consumido el tercer período.
Con el último cuarto por jugar, Águilas no tuvo más que ir hacia adelante, pero castigos inoportunos y yerros en ejecución, combinados con el consumo de tiempo de Tampa, le complicaron todo.
A cinco minutos del final, Filadelfia tomó el balón en su yarda 18 e hizo a sus seguidores abrigar esperanzas, pues logró primeras oportunidades a la 42, a la 45 rival, a la 27 y a la 10.
No obstante, la catástrofe se presentó casi enseguida, pues las manos de Ronde Barber se interpusieron a un envío de McNabb y no sólo eso, sino que al atrapar el balón lo llevo 92 yardas hasta el touchdown, para el 27-10.
Además de valiosa y lapidante, la acción de Barber fue histórica, porque al recorrer esas 92 yardas hizo la devolución más larga en la historia de los juegos de campeonato de la NFC.
Por supuesto, más por orgullo, los anonadados anfitriones tuvieron que asumir otra ofensiva, sólo para intentar hacer lo que no pudo en todo el encuentro.
El resto fue de trámite y se concretó el merecido primer título de conferencia para Bucaneros en su historia, haciendo tan felices a los seguidores de Tampa como a los pocos que hay fuera de esa ciudad.
Ahora, la historia bucanera en San Diego será otra y buscará hacerla tan favorable como ayer, pero por lo pronto le quedó festejar hasta hoy, pues en adelante ya deberá preparar el superdomingo.
Anotaciones por cuartos:
Equipo 1 2 3 4 Total
Tampa Bay 10 7 3 7 27
Filadelfia 7 3 0 0 10