Torreón, Coah.- A puerta cerrada se llevó a cabo ayer por la tarde la reunión entre funcionarios del Consejo de Administración del Sistema Municipal de Agua y Saneamiento (SIMAS) y los presidentes de comisariados ejidales de los ejidos San Antonio de los Bravos, La Joya, La Merced, Santo Niño Aguanaval y Nuevo Unión, donde se trató lo referente a la venta y distribución de aguas residuales para los cultivos en estas comunidades.
La reunión prevista para las 18:00 horas en las oficinas de la Contraloría general del SIMAS, tuvo un retraso de más de 20 minutos, debido a que un ?funcionario? de dicha dependencia de nombre Jorge Campos, en forma prepotente impidió la presencia del representante de El Siglo de Torreón en la misma, alegando que era de índole privado.
Este supuesto funcionario, quien según el dicho de algunos de los asistentes ha sido heredado de pasadas administraciones, amenazó a los campesinos y sus abogados con suspender la reunión si en la misma estaba presente este medio de comunicación, dejando entre ver con este tipo de acciones la posible existencia de turbios manejos en lo relacionado con las aguas residuales que se generan en Torreón.
Tras la postura intransigente de Jorge Campos, la reunión inició a puerta cerrada, estando presentes por parte de las autoridades estatales y municipales el Comisario del Impuesto Sobre Nómina y gerente de la planta tratadora de aguas residuales Martín Alcántara, el gerente del SIMAS Torreón Fernando Alatorre Dresel, así como funcionarios de la Comisión Estatal de Aguas y Saneamiento, encabezados por el gerente del SIMAS Rural, Rosalio Cisneros y Francisco Ochoa Gutiérrez.
Luego de casi dos horas de reunión, ambas partes se retiraron sin informar a los acuerdos llegados ($), dejando en el aire muchas interrogantes sobre el futuro que depara a las familias de los ejidos antes señalados.
Como se informó en su oportunidad, el jueves de la semana pasada, un grupo de campesinos exigieron al secretario de Agricultura Javier Usabiaga, respeto a sus derechos sobre el aprovechamiento de aguas residuales para sus cultivos, amenazando con suspender las obras del colector oriente del ejido la Joya, hasta que sus demandas fueran resueltas.